El último de una flotilla de tres tanqueros iraníes ingresó el sábado a aguas venezolanas con gasolina, en una última señal de cooperación entre los dos países y en medio de protestas por la escasez de combustible en la nación sudamericana.
Faxon, que transporta alrededor de 234 mil barriles de combustible, estaba en el noreste del estado Sucre, en Venezuela, a las 9.37 hora local (13.37 GMT) del sábado, según datos de seguimiento de barcos de Refinitiv Eikon. El segundo barco, Fortune, había atracado el viernes en el muelle de Amuay, en el noroeste de la nación.
Esta es la segunda flotilla que Irán envió este año a Venezuela, que enfrenta severas fallas de suministro de gasolina por la desinversión y falta de mantenimiento en las refinerías a lo que se han sumado las sanciones de Estados Unidos a la estatal Petróleos de Venezuela.
El combustible iraní se necesita desesperadamente en el país sudamericano que registra largas filas de conductores alrededor de las estaciones de servicio en un intento de llenar los tanques, porque la producción de las refinerías de PDVSA sigue siendo insuficiente para satisfacer la demanda.
También han crecido las protestas en poblados y caseríos por la falta de gasolina y servicios básicos como agua, electricidad y gas para cocinar que se han extendido por meses, según organizaciones que monitorean las manifestaciones en Venezuela.
El primer tanquero, Forest, atracó el martes en el muelle de la refinería de El Palito. A partir del lunes el gobierno aplicará nuevamente un plan de suministro de gasolina.
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