El novato de 23 años, Ricky Pearsall, quien sufrió una herida de bala en el pecho en un intento de asalto el sábado pasado, regresó este martes a trabajar en las instalaciones de los San Francisco 49ers, con los que se prepara para la temporada 2024 de la NFL.
Aunque los gambusinos lo pusieron el lunes pasado en la lista de reserva/lesiones no relacionadas con el fútbol, que lo mantendrá fuera, al menos, durante los primeros cuatro partidos de la campaña, la presencia de Ricky fue gratificante para el ánimo del equipo por su favorable evolución.
El pasado sábado, luego de asistir a una firma de autógrafos, Pearsall sufrió un intento de asalto mientras caminaba por Union Square, una de las zonas comerciales más populares de San Francisco, California.
El asaltante intentó despojar al jugador de su Rolex. En el forcejeo, el receptor recibió un disparo en el lado derecho del pecho que atravesó su cuerpo sin tocar ningún órgano vital.
Ricky fue trasladado al Hospital General y Centro de Trauma Zuckerberg de San Francisco, en donde se determinó que su herida no requería cirugía, por lo que fue dado de alta un día después, luego de varias pruebas médicas.
Este martes el jugador se presentó en las instalaciones de los 49ers para trabajar en el gimnasio y fortalecerse para buscar debutar con el equipo después de la semana 4.