pacientes renales
Pacientes renales (Foto referencial cortesía)

El mensaje siempre es claro y directo: “La sala de diálisis no está apta para iniciar tratamiento hoy a la hora pautada… Debe realizarse una limpieza antes y les pedimos su colaboración, aunque sabemos que no es lo ideal”. Eso es parte de lo que se lee en la comunicación enviada la mañana de este lunes a los pacientes renales de la unidad de diálisis Valencia Sur, ubicada cerca de la Plaza Santa Rosa.

Es un drama reincidente desde hace más de dos meses, cuando el personal de mantenimiento renunció y se incrementaron las infecciones y el riesgo de muerte de quienes no puedan pagar por los antibióticos.

Eran tres trabajadores encargados de las labores de limpieza, solo queda uno que no puede con 100% de la responsabilidad para desinfectar las áreas para los pacientes renales.

“Se  fueron porque solo ganaban cinco millones de bolívares al mes que no alcanzan para nada. Y han venido muchos a buscar empleo y al enterarse del salario no aceptan”, denunció José Luis De Alessandro, paciente de ese centro de salud que depende del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).

Expuestos a infecciones

Les toca a ellos, y a los familiares que los acompañan, limpiar las áreas llenas de agentes biológicos y contaminantes. “Los más afectados en este sentido somos nosotros, los pacientes renales que podemos contraer una infección, estamos expuestos porque hay quienes tienen catéter y otros, como yo, fístulas. Hay muchas bacterias porque había un cuarto lleno de desechos desde hace cuatro meses y fueron recogidos en estos días, eso estaba lleno de mosquitos y hasta de mangueras con sangre”.

La mañana de este lunes, los 20 pacientes renales que debían iniciar con sus diálisis a las 6:00 a.m. fueron atendidos cerca de las 8:00 a.m., luego de que terminaran de limpiar lo poco que pudieron y eso redundó en la disminución en más de una hora de sus tratamientos, que debe ser de cuatro horas tres veces a la semana, con lo que su salud se ve severamente perjudicada porque sus organismos no liberan todas las toxinas acumuladas.

“La gente se está muriendo como moscas en este centro, hay muchos pacientes renales que se han muerto sin razón, sin verificar el por qué y lo que dicen es murieron porque tenían contaminada la fístula o el catéter, que se complicó con esto por una infección muy grande, parece que a nadie le importa la vida de los demás pero esto tiene que parar un día”.

Pacientes renales sin recursos

Cuando una infección de este tipo ocurre el paciente, por lo general, debe ir a la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (CHET) de Valencia, dependiendo del caso le deben hacer el cambio del catéter y eso uno nuevo puede costar entre 65 y 100 dólares, “dependiendo del apuro”.

A esto se suma el tratamiento con Vancomicina, un antibiótico que es vendido en las farmacias hasta en cinco dólares cada dosis y se puede llegar a necesitar 20 para poder salir de la infección. “Entonces ocurre que muchos mueren porque no pueden pagar las medicinas”.

Insistió en que en varias oportunidades los pacientes renales han solicitado apoyo a la alcaldía de Valencia y al Instituto Municipal del Ambiente (IMA), pero la respuesta es la misma: que no pueden hacer nada por el tipo de material que se genera de lugar que es tóxico y que ellos no lo pueden manejar.




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