La venezolana Robeilys Peinado se clasificó con un pleno de aciertos en sus intentos para la final del salto con garrocha del Mundial de Londres, con lo que pudo cobrarse este viernes una revancha personal por su drama de los Juegos Olímpicos de Rio-2016.
En la ciudad carioca, Peinado sufrió una lesión en la mano después de una rotura de la garrocha, lo que le dejó sin competir durante medio año.
"Fue muy duro lo que me pasó hace un año porque yo duré seis meses sin poder agarrar una garrocha, ni un simple teléfono. Es algo que psicológicamente todavía me pega a veces, pero después de eso aquí estoy y ahora estoy feliz", afirmó.
Peinado superó a la primera las barras de 4,20, 4,35, 4,50 y 4,55 metros.
No le hizo falta atacar la de 4,60 metros, que marcaba el límite para la clasificación automática a la final, ya que eso le bastaba para entrar entre las doce mejores, rumbo a su primera gran final.
"Estoy muy feliz porque la verdad es que comencé el año sin meter el Mundial en mis planes y ahora puedo decir que estoy en una final del Mundial", declaró a la AFP con una gran sonrisa.
Peinado (19 años), vigente campeona sudamericana y campeona mundial juvenil hace cuatro años, acabó en el grupo igualado en el segundo puesto de la ronda clasificatoria, solo superada por la griega Ekaterini Stefanidi, la campeona olímpica de Rio-2016, que fue la única en superar el 4,60 metros.
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Es el segundo Mundial absoluto que disputa Peinado, que en Pekín-2015 no había conseguido el pasaje a la final.
"No sé qué pensar ahora de la final, no estaba preparada para entrar en la final. Allí quiero ahora mejorar mi marca, con eso ya me quedaré satisfecha. No me veo en un podio ahorita, todavía me falta para medalla", admitió
La principal sorpresa de la ronda de clasificación fue la eliminación con tres nulos de la veterana estadounidense Jennifer Suhr, que fue precisamente campeona olímpica en Londres-2012, en ese mismo estadio.