La atleta venezolana Yulimar Rojas, doble campeona mundial de triple salto, accedió a la final de los Juegos Olímpicos de Tokio con una marca de 14,77 metros, asegurando que para pelear por las medallas respeta a las rivales porque la lucha es contra sí misma.
Rojas se clasificó para la final en su primer salto al rebasar los 14,40 de marca mínima, lo que provocó que no siguiera participando en la eliminatoria y decidiera descansar para el domingo.
«Estoy muy contenta porque desde que llegué todo está saliendo de la manera que quiero», manifestó la venezolana, a la que no le está afectando el calor que está sufriendo la ciudad nipona.
«El clima se esta haciendo notar con la humedad y el calor, pero a mi, particularmente, este clima me agrada. No me importa competir en estas circunstancias y sé que para el domingo el clima será parecido, así que, por mí, perfecto», confesó en la zona mixta del Estadio Olímpico de Tokio.
Rojas, subcampeona olímpica en Río 2016, tendrá como principales rivales en la final a la española Ana Peleteiro, que accedió a la final con un salto de 14,62 metros, y a la colombiana Caterine Ibargüen, vigente monarca olímpica de Río 2016.
«Siempre hay que respetar a las rivales porque todas son buenas. La prueba es que están aquí y se han ganado participar en la final. Mi principal lucha es conmigo misma», concluyó.