Guyana
Fachada de la Asamblea Nacional. Foto archivo: Cortesía Crónica Uno

Por Maru Morales P.

Caracas. Una oposición más rota que nunca, la supresión de la figura que aglutinó el reconocimiento internacional de esa oposición en el último lustro, y el bajo perfil de la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional 2015 son los ingredientes para terminar de bajarle el volumen a una institución que desde enero de 2021 perdió su legitimidad democrática, cuando venció su mandato producto del voto popular.

Aunque el Estatuto para la Transición reformado el pasado 30 de diciembre le reserva al menos 12 funciones a este Parlamento, en realidad serán cinco sus tareas centrales en este año:

Por mandato de la reforma del Estatuto para la Transición, proteger los activos y administrar los recursos para el sostenimiento de la propia Asamblea Nacional y los entes del gobierno encargado que sobrevivieron a la reforma: el Consejo de Administración y Protección de Activos, el Consejo de Administración del Programa Defensa de la Democracia, y las juntas ad hoc de Pdvsa y el BCV.

Por intención declarada de su nueva presidenta, Dinorah Figuera, reconstruir la unidad de la oposición, apuntalar la negociación en México y coadyuvar en la concreción de la elección del candidato presidencial opositor en primarias.

El Consejo de Administración y Protección de Activos

Un rol simbólico
Foto archivo: Cortesía Crónica Uno

Para la protección de los activos, función que antes recaía en el presidente encargado, la AN2015 se apoyará en el Consejo de Administración y Protección de Activos, que hasta el 4 de enero se llamó Consejo de Administración del Gasto.

Este Consejo está integrado al día de hoy por Alejandro Plaz (VP), Yon Goicochea (VP), Alejandro Marcano (PJ), Fernando Javier Blasi (VP), Eva Ana Hurtado Ubeda (UNT). Plaz, Goicochea y Blasi están vinculados y fueron propuestos por Voluntad Popular, Hurtado se relaciona con Un Nuevo Tiempo y Marcano representa a Primero Justicia.

Mientras la diputada María Beatriz Martínez, presidenta de PJ, dijo esta semana en una reunión con periodistas que “no hay necesidad de una nueva designación”, en ese mismo encuentro su compañero de partido, Juan Miguel Matheus, recalcó que la nueva junta directiva de la AN2015 “tendrá que ratificar o designar a los cinco integrantes” del Consejo de Protección de Activos.

En realidad, es de esperarse que la conformación del Consejo sea revisada, tomando en consideración que ya Voluntad Popular no tiene la voz decisoria en la AN2015, como la tuvo desde la designación de Juan Guaidó como su presidente y, posteriormente, como presidente encargado.

Los principales activos que deberá resguardar la AN2015 este año son Citgo, el oro de la República depositado en el Banco de Londres y los fondos de la República depositados en el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos.

Un rol simbólico en 2023

El historiador y profesor universitario Pedro Benítez resume en pocas palabras lo que veremos de la AN2015 este año:

“Me parece obvio que la AN2015 está, por medio de la Plataforma Unitaria, en una negociación en México con el gobierno de Maduro. Parte de lo que hemos visto con estos cambios tiene que ver con esa negociación. Me imagino que a lo largo de 2023 ese proceso va a continuar, que es fundamentalmente el tema de los activos porque eso no puede quedar en el aire”.

Por su parte, el politólogo Enderson Sequera sostiene que “con la eliminación del gobierno encargado, el capítulo de la AN2015 como un actor influyente en busca de la democratización de Venezuela ha llegado a su fin”.

A su juicio, en adelante la representación de la oposición será ejercida por la Plataforma Unitaria, tanto en el ámbito nacional con la Primaria, como en el ámbito internacional como una de las partes en la negociación en México.

La politóloga e investigadora Maryhen Jiménez es tajante: “El rol de la AN2015 es un rol simbólico, ahí no hay poder político y tampoco un foco de legitimidad democrática, la cual cesó en enero de 2021. Esa estructura que aún queda es un poder simbólico”.

La AN2015 y la reconstrucción de puentes en la oposición

Un rol simbólico
Foto archivo: Cortesía Crónica Uno/Luis Morillo

Sin embargo, Jiménez recalca que no por ser simbólico es un rol poco importante. En su opinión, de hecho, podría ser el espacio idóneo para reconstruir la articulación entre partidos, sino también darle sentido al resurgimiento de la esperanza en la población.

Este año, de cara a las presidenciales de 2024 y las legislativas de 2025 es importante que la AN2015 vaya más allá de su núcleo para incorporar nuevos liderazgos, conquistar a las regiones, e impulsar un movimiento social prodemocracia, que no se construyó desde la AN en los años pasados”, dijo.

Maryhen Jiménez sostiene que 2023 debe ser, además de un año de movilización social, un año donde los partidos den la cara y expliquen sus errores, “para desde allí enmendar e impulsar un movimiento social transformador para conquistar a los venezolanos y darles esperanza de que un cambio político es posible”.

“Es necesario que desde la AN2015 se generen debates de cara al proyecto de país que se va a proponer en 2024 y 2025, no solamente explicar o criticar o denunciar, sino formular propuestas, presentar una alternativa propia, no desde el anti, sino de una visión de país”, dijo.

Consideró que en ese proceso de formulación de una propuesta, la Comisión de Primaria puede ser un espacio de discusión: “Es importante que la alternativa democrática debata y dialogue y presente sus propuestas a la sociedad”.

Políticos hombres eligen no dar la cara por sus errores

Un rol simbólico
Foto archivo: Cortesía Tal Cual

Una de las aristas del debilitamiento de la AN2015 este año, además como ya se dijo, de su pérdida de legitimidad democrática, es la reciente designación de una junta directiva conformada por tres mujeres de poca proyección nacional: Dinora Figuera (PJ), Marianela Fernández (UNT) y Auristela Vásquez (AD).

Tanto Benítez como Sequera coinciden en que estas designaciones, sin desmerecer la trayectoria política, gremial o sindical que estas dirigentes pueden tener, es una forma de proteger a los líderes políticos de AD, UNT y PJ, de los efectos negativos y de opinión pública que puedan generarse tras la reforma del Estatuto.

“Es claro que su nombramiento responde a una maniobra de control de daños por parte del G3. Nombran a tres líderes mujeres como una maniobra para ganar credibilidad y  quien critique el nombramiento será tildado de `machista´. Si el objetivo era empoderarlas ¿por qué no las nombraron en las juntas directivas anteriores cuando ejercían algún poder real? ¿por qué ahora, con una crisis creada, principalmente, por diputados y jefes de partido hombres?”, cuestionó Sequera.

Benitez acota: “Ha sido una práctica de los jefes políticos del denominado G4, antes MUD, ahora Plataforma Unitaria, la de poner a unos voceros a dar la cara y ellos no tener que dar explicaciones. Esta práctica tiene mucho tiempo: lo hicieron con Ramón Guillermo Aveledo, cuando existía la MUD, con Chuo Torrealba y es lo que ocurrió con Juan Guaidó. Ahora se repite lo mismo con estas tres diputadas”.

Un espacio sin poder que puede ser una oportunidad

Foto: Captura de pantalla sesión de instalación de la AN2015 vía Zoom

Maryhen Jiménez coincide con los otros dos expertos consultados: “Hay que decirlo: los partidos de oposición son estructuras dominadas por hombres, a lo largo de los años las decisiones las han tomado hombres en la oposición venezolana. Conectando esto con el espacio simbólico que representa la AN2015 hoy, concluimos que no hay espacio allí para la toma de decisiones o resolución de conflictos de importancia. Las ponen en el momento más crítico en el cual el descontento es masivo y eso envía una señal negativa”.

Sin embargo, la investigadora sostiene que bien administrados, los nombramientos de estas tres dirigentes pueden ser la oportunidad para abrir el debate en Venezuela sobre el rol de la mujer en la política.

“Se abre la oportunidad para hablar de estos temas: la inclusión, la igualdad, el feminismo en Venezuela. Es importante recordar que no se busca un tutelaje y que el espacio de inclusión de la mujer en la política no es meramente simbólico, sino que debe venir acompañado de una capacidad real de poder, de decidir, de influir, donde se tomen decisiones sobre estrategia y objetivos. Si eso fuera posible desde ese espacio, seria un cambio importante, pero es complicado pensar que así será en la práctica”, admite.




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