La crisis sanitaria derivada del coronavirus sigue dejando imágenes inéditas en el tablero geopolítico. Después de seis años de sanciones, de enterrar un pacto común de control de armas nucleares y de acusaciones de injerencia, Rusia ha enviado un avión militar con material médico y de protección a Estados Unidos.
El Kremlin afirma que el presidente ruso, Vladímir Putin, ofreció este “apoyo” a Donald Trump en una conversación telefónica y que el estadounidense “aceptó con gratitud la ayuda humanitaria”. El lunes por la noche, el presidente de EEUU dijo que Moscú ya había enviado el material: “Rusia nos envió una carga de avión muy, muy grande. Equipo médico. Muy agradable”.
“Desde el lado ruso, en medio de la grave situación epidemiológica en Estados Unidos, se ofreció asistencia en forma de equipos médicos y equipos de protección”, ha declarado el portavoz de Kremlin, Dmitri Peskov, a la agencia estatal Tass. Aunque no mencionó si Rusia recibiría algún tipo de contraprestación o intercambio por ello.
Esta madrugada, el Ministerio de Defensa ruso ha comunicado que la aeronave, un Antonov An-124-100, ha salido desde una base cercana a Moscú. En Estados Unidos hay 164.603 casos de coronavirus diagnosticados y 3.170 personas han fallecido a causa de la Covid-19. Mientras, en Rusia, aunque todavía no hay muchos infectados detectados oficialmente –2.337 casos y 17 fallecidos—, las cifras no dejan de aumentar y las regiones van adoptando una tras otra medidas de autoaislamiento. Ya ha habido voces de alarma de expertos sobre la falta de material y muchas dudas de que el sistema sanitario de herencia soviética, infrafinanciado y con una modernización pendiente, pueda asumir la epidemia.
La situación vuelve a mostrar la sintonía entre Putin y Trump por encima de sus respectivas Administraciones. “Es importante tener en cuenta que al ofrecer ayuda a los colegas estadounidenses, el presidente [ruso] supone que cuando los fabricantes estadounidenses de equipos y materiales médicos hayan tomado impulso, ellos también podrán corresponder si es necesario”, dijo Peskov, adelantándose a las posibles críticas por el envío.
“Ahora que esta situación ha afectado a todos sin excepción y es global no hay alternativa a la acción conjunta en el espíritu y la ayuda mutua”, señaló el portavoz de Putin, que destacó que, tras la charla telefónica entre el líder ruso y Trump este lunes, “algunos, por parte de Estados Unidos, como mínimo no fueron de mucha ayuda a la hora de abordar los tecnicismos rápidamente para promover los arreglos entre ambos presidentes”.
Hace algo más de una semana, Rusia envió a Italia, el país europeo más afectado por la pandemia y en extrema necesidad, 15 aviones del Ejército con médicos militares y material sanitario, cubriendo un hueco antes de que la Unión Europea lo hiciese.
Tras la acción, algunos analistas, y diplomáticos y responsables de la UE y la OTAN han visto un gesto geopolítico para reivindicar el poderío ruso y extender su influencia y una maniobra propagandística. Otros, una forma de Moscú de estrechar relaciones de cara a un posible levantamiento de las sanciones, que se le impusieron en 2014 por anexionarse la península ucrania de Crimea. Italia, con 102.000 diagnosticados y más de 11.500 muertos, ha agradecido a Rusia el envío de las aeronaves con material y expertos, que además pueden entrenarse sobre el terreno para afrontar el aumento de casos en Rusia.
