Foto cortesía-revistasaludmental.wordpress.com

Nunca nadie se imaginó rutinas de films de ciencia ficción como sus rutinas diarias para entrar y salir de su vivienda, o pensar que hacer las compras de alimentos representara un reto para su salud ni la de sus familiares. En este momento preciso, el equilibrio y la tranquilidad son la mercancía más costosa, y eso nos lleva a revisar lo que sabemos cómo concepto de salud mental.

Salud mental según conceptos de la OMS o WHO por sus siglas en ingles no es solamente: no tener alguna enfermedad, incluye también la capacidad de disfrutar del tiempo libre, las relaciones de pareja, los hermanos, tíos y padre y madre. Sentir que la vida posee un nivel de satisfacción cuya calidad es una razón para dar nuestro mejor esfuerzo a diario.

Si bien suena idealista, no deja de llamar la atención que esta visión de lo que se considera no estar enfermo plantea con optimismo, que todas las personas tienen la misma oportunidad de hacer su mejor esfuerzo para desarrollar sus habilidades y capacidades en beneficio personal y como resultado ser feliz.

¿Porque parece siempre que nunca está al alcance la posibilidad de estar contentos con lo que tenemos o lograr las metas que nos motivan? Eso actualmente se ha identificado como un error sistemático del contenido del pensamiento.

Cuando yo creo que es imposible alcanzar un objetivo se presenta lo que llaman “la profecía que se cumple por sí misma.  Voy a hacer un proyecto, creo que no voy a poder, lo hago con limitaciones de mi energía, no se concreta y al final, fracasa, y yo re afirmo mi idea, exclamo: yo sabía que no lo lograría.

Ese pensamiento causa efecto, voy predispuesto y no lucho, no me comprometo, me abraza el fracaso y pareciera que me alegra haber acertado, cuando toda mi derrota la orqueste desde mi falta de visión. Entonces, no solo es enfermedad padecer un síndrome biológico que genera síntomas en el cuerpo que me hacen sentir mal, también, el pensamiento condicionado para no disfrutar o no surgir, o peor, no atreverme a dar mi mejor esfuerzo, termina siendo el mismo concepto de carecer de salud mental.

No diremos que nos llamaran dementes, pero si una persona no es capaz de tomar las riendas de su vida y ser el visionario de sus proyectos personales, termina siendo un ser débil en su capacidad de razonamiento, sea por experiencias negativas o enseñanzas domesticas comparándolo con personas más brillantes o enérgicas, No es excusa para dejar de atrevernos a luchar por el derecho a ser felices, así está enmarcada le nueva dimensión que describe el concepto de salud mental.

Aaron Espinoza Álvarez.Psicólogo Clínico. EMDR Practitioner. FPV·3513

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