El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dio este martes por concluida la primera fase de atención en la ciudad de Mocoa (suroeste), asolada por una avalancha el pasado 1 de abril, y elevó los muertos en la catástrofe a 323.
«Hoy damos por terminada la primera etapa y estamos iniciando, aunque hemos hecho bastantes trabajos, la de estabilización», aseguró Santos en una declaración tras presidir un Consejo de Ministros especial en Mocoa.
Asimismo, explicó que en una catástrofe natural como la que sufrió la ciudad colombiana, en la que los ríos Sangoyaco y Mulato, afluentes del Mocoa, se salieron de su cauce por las fuertes lluvias y provocaron la avalancha, la primera fase es «atender la emergencia, la parte humanitaria».
En este sentido, confirmó que este lunes fueron encontrados dos nuevos cuerpos, por lo que el número total se eleva 323 personas fallecidas.
El gobernante destacó que todos los familiares recibirán un subsidio de 18,5 millones de pesos (unos 6.500 dólares).
El número desaparecidos es de 103, la mitad de los cuales son menores y actualmente no hay heridos en el hospital debido a la avalancha.
El jefe de Estado también explicó que han recibido 9.830 millones de pesos en donaciones (casi 3,5 millones de dólares), mientras que del exterior han recibido casi nueve millones de dólares.
Todo ese dinero lo van a invertir en diferentes proyectos.
Santos también anunció que serán construidos tres nuevos colegios en Mocoa y entregarán 5.000 tabletas y computadores para los planteles educativos de esa ciudad y un kit escolar para cada niño.
Además, han llegado maestros para reemplazar a quienes han tenido dificultades, así como expertos de ayuda de psicosocial.
En materia de medioambiente, Santos destacó que han identificado trece puntos en Mocoa y ocho en cuenca alta de los ríos, considerados como «críticos» que «se han intervenido».
Acerca del suministro energético, aseguró que el 97 % de Mocoa ya tiene con cobertura, y en el departamento del Putumayo del que es capital llega al 99,3 %.
El presidente aseguró que también hay un «balance muy positivo» en materia de vacunación, ya que se aplicaron cerca de 50.000 dosis.
Gracias a eso, «no ha habido una epidemia ni un problema mayor», pero se mantiene «vigilancia sobre la salud de todos los mocoanos», sostuvo el jefe de Estado.
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