El francés Sebastien Ogier (M-Sport/Ford) se proclamó campeón del mundo de rallies por quinta vez consecutiva este domingo en la última jornada del Rally de Gran Bretaña, en el que se impuso su compañero británico Elfyn Evans.
Este éxito le convierte en el segundo piloto con más títulos de la historia del World Rally Car (WRC) por detrás del también francés Sebastien Loeb (nueve).
En 2013 Ogier tomó el testigo de Loeb, que se impuso en las nueve ediciones anteriores del Mundial, por lo que en los últimos 14 años la competición siempre fue ganada por un piloto francés.
«Este año fue complicado, pero lograr esto al final es increíble. Trabajamos muy duro», señaló el campeón entre lágrimas.
Para lograr el título antes de la última prueba en Australia, del 16 al 19 de noviembre, le faltaba terminar con un margen de 31 puntos sobre sus dos últimos rivales, el belga Thierry Neuville (Hyundai) y su compañero estonio Ott Tänak.
Tercero en la carrera y cuarto en la Power Stage, Ogier acabó con 32 puntos de ventaja sobre Neuville, segundo en la general y ganador de la Power Stage, y 46 sobre Tänak, sexto.
El otro ganador del día fue Evans, de 28 años, que logró su primera victoria en la máxima competición. Hasta ahora contaba con cuatro podios en 62 carreras desde 2007.