Eran las 2:00 a.m. cuando un local en el Mercado de Mayoristas del estado Carabobo ardía en llamas. El fuego a medida que pasaban las horas incrementaba y se apoderaba de otros cinco locales.
Seis negocios en total fueron los afectados, uno de estos el de José Tomás Díaz, un hombre de avanzada edad que intenta limpiar su propiedad, cubierta por cajas y cestas vueltas cenizas. Son estos dos productos con los que el comerciaba, puesto que servían de empaque para las hortalizas que se distribuyen en la región. Ahora sólo hay una montaña de desechos y un olor que queda impregnado en la ropa.
Dentro del galpón hay dos muchachos con los rostros cubiertos, quienes intentan sacar todos los desperdicios con una pick up blanca. No quieren que el humo les haga daño, sólo se les ven los ojos.
El incendio fue controlado entre las 7:00 y 7:30 a.m.. El negocio de Díaz fue el último en ser afectado. Las paredes azules están cubiertas de hollín y un agua negruzca corre por los suelos en donde unos 50 ciudadanos observan.
Al lugar se aproximaron miembros de la Guardia Nacional Bolivariana, de la Policía Municipal de Libertador y todos los cuerpos de Bomberos. A pesar de haber mitigado el fuego, aún hay un local en el que una montaña de galletas marca Taky arde, parece un montón de basura, pero hasta ayer eran productos comestibles.
Los desperdicios están regados por todos lados y uno esta muy cerca de la bota de un policía militar que da la espalda a la edificación. La preocupación está latente porque las pérdidas son millonarias. Según Díaz superan los 60 o 70 millones y eso sólo en mercancía. Dentro de su propiedad había un vehículo que ahora está achicharrado.
En los otros cinco locales el panorama es peor. Uno de los galpones sólo guardaba estanterías y estas están ahora retorcidas y oxidadas, mientras el sol ilumina el recinto porque el techo, hecho de un material con laminas metálicas y petróleo, cedió ante las elevadas temperatura, derrumbando con el varias paredes.
Dentro de la galletería hay un camión 350 del que sólo queda el esqueleto y la puerta del contenedor, en donde aún se ve la etiqueta que indica el uso del cinturón de seguridad. En su interior hay otra pila de galletas renegridas y uno que otro empaque plástico en los que se divisan los colores azul y verde.
Las causas del incendio se debaten entre un corto circuito o un posible sabotaje provocado por algún individuo que intentó asaltar el local. Uno de los custodios de la zona afirmó que más temprano habían varias personas intentado sustraer mercancía y en efecto lo lograron. No pudieron capturarlas.
A pesar de los cuantiosos daños no hubo heridos ni víctimas confirmó el comandante de los Bomberos de Valencia, Franklin Delgado.
Incendio en Flor Amarillo
En la avenida principal de Flor Amarillo un humo negro alertó a los peatones que caminaban por la zona a las 9:00 a.m. se trataba de una quincallería que comenzaba a incendiarse.
Con rapidez el fuego devoró todo lo que había dentro del negocio, lo que permitió a los cuerpos de bomberos que se aproximaron al lugar afirmar que la pérdida era total.
El negocio estaba cerrado para el momento del siniestro, esto debido a que sólo abría sus puertas de lunes a viernes. Afortunadamente no hubo muertos ni heridos. Las llamas dentro del local no comprometieron otras tiendas. Las pérdidas no han sido calculadas todavía.