Yvanno Pichardo, un hombre de 35 años ofrece una serenata en una urbanización de Caracas. (Foto AFP)

Yvanno y Leonela, en la calle, sonríen mientras obsequian su serenata. Los vecinos de la cuadra cantan, bailan y aplauden desde ventanas y balcones. Músicos caraqueños, convertidos en «válvula» de escape al tenso encierro, amenizan los días de cuarentena por el nuevo coronavirus.

«Es una cosa muy bella» ver a la gente «empezar a asomarse» a sus ventanas, dice a la AFP Yvanno Pichardo, un hombre de 35 años y corta barba al ras, después de cantar por 45 minutos desde piezas de música tradicional venezolana hasta merengues, pasando por boleros, frente a edificios en Colinas de Bello Monte, urbanización de clase media del sureste de Caracas.

Leonela Delgado canta en una calle de Colinas de Bello, Caracas. (Foto AFP)

En momentos de aislamiento para evitar la propagación de la pandemia de COVID-19, continúa Yvanno, esa desolación, esa soledad, es una cosa que genera estrés y nosotros pretendemos ser una válvula para que la gente drene un poco.

El concierto de la tarde comenzó y terminó con la emblemática Alma Llanera, considerada por los venezolanos un himno no oficial.

Yvanno y Leonela se alternan, con hilos musicales grabados que se reproducen por parlantes acompañando sus voces.

Algunos vecinos, con tapabocas y guantes, bajan a la calle para ofrecer a los artistas y al equipo técnico galletas, agua y café. Otros graban con teléfonos móviles desde las ventanas o se escapan unos minutos y observan desde las puertas de los edificios con sus mascarillas, incluso aprovechando para echarse un bailecito.

«Es importante poder llevarle un poco de alegría y de distracción a las personas (…), ver a las abuelitas bailando, me ha tocado demasiado el corazón», comenta Leonela Delgado, de 32 años.

«Nos reciben con mucho cariño», celebra Yvanno.

Desde el balcón de su casa, Wilmer González, corredor de seguros de 39 años, disfruta. «Muchas personas se frustran, muchas personas caen en depresión» por la cuarentena, sostiene. Visitas como las de Yvanno y Leonela, «ayudan a levantar el ánimo», agrega.

– «El lugar más seguro» –

Yvanno suele cantar en actividades de calle, a lo que se dedica de lleno junto a la dirección artística de eventos desde hace cuatro años, cuando vendió un bar que tenía en el que de vez en cuando -¿cómo no?- cantaba.

Se alistaba para «un picnic urbano» con música y comida en parques, cuando el nuevo coronavirus llegó a Venezuela, donde se han diagnosticado poco más de 300 casos, con diez muertos.

El «picnic» debió posponerse. Hace un par de semanas inició sus cantos de cuarentena en una iniciativa organizada por autoridades municipales e inspirada en los famosos «conciertos de ventana» en Italia, uno de los países más afectados por el virus.

Empezó él solo, pero el grupo de concertistas ha crecido.

Adriana Von Büren, violinista del prestigioso Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela -cuna del director Gustavo Dudamel-, fue la primera en unirse. Se sumaron después otros artistas vocales, como Leonela, e instrumentales.

Hoy son siete, repartiéndose presentaciones por días y zonas.

Regalan cantos y música y también, dice Yvanno, «conciencia»: «El lugar más seguro que hay en el mundo es tu casa (…), si no hay necesidad de salir, no hay que salir».




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.