(Foto Referencial)

Siete presos resultaron heridos y otros ocho se fugaron durante un motín en una cárcel del estado amazónico de Pará, en el norte de Brasil, donde la semana pasada hubo 22 muertos en una rebelión registrada en otra prisión, informaron hoy fuentes oficiales.

El incidente ocurrió en la mañana de este lunes en el Centro de Recuperación Regional del municipio de Bragança, cuando un grupo de presos se rebeló durante la entrega del desayuno y comenzó a destrozar algunas celdas, quemar colchones y trepar hasta el tejado de la unidad.

De acuerdo con la Superintendencia del Sistema Penitenciario de Pará, los internos realizaron el motín para protestar por el retraso en las audiencias con la Justicia y el hacinamiento que sufren en la unidad, la cual alberga a 315 detenidos cuando su capacidad es para tan solo 122.

Los reclusos rebeldes tomaron además como rehén a un compañero que se alojaba en el pabellón de acusados de delitos sexuales, quien fue liberado horas después.

Tras cuatro horas de motín, un equipo especial de la Policía Militarizada cerró las negociaciones en curso y después llevó a cabo una invasión táctica en el centro penitenciario.

Las autoridades constataron entonces que ocho presos habían huido y otros siete resultaron heridos.

El incidente se produce menos de una semana después de que 22 personas murieran en un intento de fuga en masa en una cárcel en la región metropolitana de Belem, la capital de Pará.

La mayoría de los fallecidos eran presos, pero también falleció un agente penitenciario y al menos otros cuatro resultaron heridos en este suceso que ocurrió el pasado martes, cuando un grupo de pistoleros intentó invadir esa cárcel para dar apoyo a los internos que intentaban fugarse.

El sistema penitenciario brasileño es considerado por algunas organizaciones internacionales como uno de los peores y más inhumanos del mundo debido a los altos índices de hacinamiento y las pésimas condiciones en la que están se encuentran los internos.

Según datos oficiales divulgados en diciembre pasado, la población carcelaria en Brasil alcanzó las 726 mil 712 personas, lo que supuso un aumento de 104 mil desde 2014.

El saldo posiciona a Brasil como el país con la tercera mayor población carcelaria en números absolutos en el mundo, solo por detrás de Estados Unidos y China.

Brasil vivió una de sus peores crisis carcelarias a comienzos del año pasado después de que en varias prisiones de los estados de Amazonas, Roraima y Río Grande do Norte se registraran enfrentamientos entre reos de distintas facciones criminales, que dejaron cerca de 150 muertos.

Además de los problemas de hacinamiento, las cárceles brasileñas también padecen serios problemas de seguridad ya que muchas de ellas están controladas por facciones criminales, que incluso organizan sus actividades delictivas desde dentro de ellas.




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