Las colas persisten. Las razones aún no están claras. Hay paralización de las refinerías, pero la información es escasa. Lo cierto es que los carabobeños deben invertir más de cuatro horas de su tiempo en surtir combustible en las estaciones dolarizadas. En las subsidiadas, la gasolina no aparece.
Esta situación es repetitiva, pero en los últimos cuatro días las colas en las estaciones de combustible han ido en aumento. Algunos usuarios han pasado hasta ocho horas en una cola en una tarea que, fácilmente, puede terminar en la madrugada.
En los expendios de gasolina subsidiada, la situación es aún más dramática. Como ejemplo, la E.S Santa Ana, en Naguanagua, en lo que va de diciembre ha despachado combustible una vez, el pasado martes 6.
Como ya es tradición, la información oficial no abunda. Desde Petróleos de Venezuela no se informa la real situación. Algunos medios dan cuenta de la paralización de las refinerías, como la de Amuay que, según la Prensa de Lara detuvo la refinación el viernes 2 de diciembre tras una avería en la unidad de craqueo catalítico.
Reuters también informó que el craqueador de Cardón, que junto a Amuay conforman el Complejo Refinador Paraguaná, estaba funcionando con normalidad.
De la Refinería de Jose, en Puerto La Cruz no se sabe nada en particular. Las últimas informaciones sobre esa zona refieren a un derrame de crudo que obligó al cierre de varios balnearios en Anzoátegui.
Mientras tanto, las colas se extienden por Carabobo con extensiones que se creían superadas. Son kilómetros de vehículos a la espera de acceder a un combustible que cada día se hace más lejano.
