Al menos 32 civiles y combatientes antiyihadistas murieron este martes en ataques suicida del grupo Estado Islámico (EI) contra un campo de refugiados y desplazados en el noreste de Siria, según un nuevo balance de una ONG.
“Al menos cinco kamikazes de EI se hicieron estallar cerca y dentro de un campo de refugiados iraquíes y de desplazados sirios en la provincia de Hasaké y luego siguieron combates con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS)”, anunció el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), reseñó AFP.
El balance es de “32 muertos y 30 heridos”, afirmó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Rahman había dicho en un primer momento que los ataques suicida tuvieron lugar cerca de ese campo de la región de Rajem al Salibi, situado a proximidad de la frontera de Irak. “Algunos kamikazes lograron entrar en el campo”, precisó posteriormente.