El sismo de magnitud 5,6 dejó nueve heridos, 15 viviendas destruidas y 54 personas afectadas. Fue percibido por los limeños como un evento de gran intensidad, pese a tener una profundidad de 116 kilómetros.
Fue un movimiento telúrico de magnitud moderada, precisó el presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, quien agregó, que las ondas sísmicas viajaron de abajo hacia arriba, lo cual generó una percepción de que el suelo se sacudía de manera vertical.
Tavera resaltó que, si el sismo hubiera tenido una menor profundidad o una mayor magnitud, los daños hubiesen sido mayores. “El nivel de sacudimiento del suelo hubiera sido mucho mayor”, aseguró.
En cuanto a las edificaciones, el subdirector de investigación del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), Miguel Díaz, aseguró que “las viviendas que cumplen las normas técnicas sí resistirían un terremoto de mayor magnitud. No obstante señaló, que el 50% de estas resultarían afectadas, mientras que el 20% terminarían colapsadas.
Sismo de magnitud moderada
Los sismos pequeños, como el de ayer, no ayudan en nada a liberar energías de los grandes eventos sísmicos, advierte el presidente del IGP, Hernando Tavera. En ese sentido, invocó a la población a tomar precauciones y estar preparados.
Por su parte, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) aconseja elaborar un plan familiar de respuesta y tener abastecida la mochila de emergencia, según la necesidad de cada persona.
Asimismo, se debe identificar cada zona segura y ruta de evacuación de la vivienda que habitan, así como establecer los roles de cada integrante del hogar. “Será vital para la atención y actuación ante una emergencia”, recomendó Astrid Velarde, analista de Gestión de Riesgo y Desastres del Instituto Nacional de Defensa Civil.
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