cedulación

José Joaquín Acosta estaba molesto y no lo ocultaba. Él llegó a las 10:00 a.m. a la oficina del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) Arturo Michelena, en el municipio San Diego y sabía que era tarde. Lo hizo porque estuvo desde las 4:00 a.m. en la sede principal del ente estatal en Los Colorados, y ahí no se activó el operativo de cedulación.

Estaba con su hija de 10 años, quien necesita hacer el trámite por primera vez, y tampoco recibió buenas noticias en esa instalación del Saime. Quienes lograron su objetivo estaban ahí 24 horas antes, y ya había personas anotadas para el resto de los días de la semana.

Su molestia cambió por resignación y se fue a casa luego de conversar con Edward Alvarado, quien estaba en el sitio desde las 10:00 a.m. del domingo y ya solo esperaba que llamaran a su hijo para recibir la cédula.

Él definió  su experiencia en el operativo de cedulacion como terrible desde el momento que llegó porque ya había personas haciendo cola y, durante la noche, funcionarios policiales les impedían dormir ahí, “tuve que correr varias veces”.

La orden de los uniformados fue clara: A las 4:00 a.m. es cuando pueden estar en el lugar con los niños para organizarse por orden de llegada. Así que Edward le mandó un mensaje a su cuñada para que llegara un poco antes de esa hora con su hijo y su sobrina, mientras él hacía lo posible por asegurar esos dos lugares entre los primeros.

Sin distanciamiento

Era imposible cumplir con las normas básicas de prevención de la COVID-19. No había distanciamiento, cada quien se acomodaba cómo podía y los niños jugaban en el piso sin posibilidad de lavarse las manos porque hoy baños en los alrededores de ese centro de cedulación.

“Es demasiada gente junta, da bastante miedo porque podemos contagiarnos, pero estamos aquí porque de verdad es muy necesario”, expresó Marbella Carrillo, la cuñada de Edward.

Cedulación

Ella ya había intentado en varias oportunidades que su hija de 12 años sacara la cédula, pero sin lograrlo. “Tengo dos años en esto. Cada vez que iba a una oficina me decían que no había material o solo llegaba para cinco o 10 niños nada más”. Su hija está en el liceo y ese documento es un requisito obligatorio.

Sin posibilidades de cedulación

Hubo quienes llegaron antes de que la oficina abriera pero tampoco tuvieron suerte. Yolanda Mejías lo hizo a las 6:00 a.m. Pero a esa hora ya estaban asignados los 150 números que atenderían en la jornada de cedulación.

A eso se sumaron 80 que deberán ir en grupos de 20 en lo que resta de semana, junto a los primeros 100 que lleguen cada día.

El trámite en el resto de las oficinas habilitadas para el operativo de cedulación en Carabobo es similar. En la entidad solo cinco de las 12 sedes del Saime están abiertas esta semana para emitir el documento a menores de edad: La Noria en Puerto Cabello, Los Guayos, Vicente Salias en la avenida Bolívar Norte de Valencia, Diego Ibarra y Arturo Michelena en San Diego, donde José Joaquín Acosta llegó molesto y se fue resignado.

 




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