Foto cortesía de la NASA difundida por AFP

La primera nave espacial tripulada de Estados Unidos en viajar a la Estación Espacial Internacional (ISS) desde el fin de la era de los transbordadores, hace una década, regresó exitosamente este domingo a la Tierra con dos astronautas de la NASA a bordo.

La misión, llevada a cabo de forma conjunta por la compañía privada SpaceX y la NASA, demuestra que Estados Unidos vuelve a tener capacidad para enviar astronautas al espacio y traerlos de regreso.

Los cuatro paracaídas principales de la cápsula Crew Dragon Endeavour, de SpaceX, se desplegaron y quedaron flotando suavemente después de que la nave, con los astronautas Bob Behnken y Doug Hurley a bordo, amerizara en la costa de Pensacola (Florida) a las 14h48 (18h48 GMT), tal cual estaba programado.

Se trató del primer amerizaje de una tripulación espacial estadounidense desde la misión Apollo-Soyuz de 1975.

Hurley, el piloto, expresó al regresar: «Es realmente nuestro honor y privilegio» participar en esta misión.

«En nombre de los equipos de la NASA y SpaceX, bienvenidos de nuevo al planeta Tierra y gracias por volar con SpaceX», respondió Mike Heiman de SpaceX, causando un estallido de risas en la sala de control.

Elon Musk, fundador de SpaceX, dijo que los astronautas estaban a salvo en tierra: «No soy muy religioso, pero recé por esto».

Varios botes civiles invadieron la zona de amerizaje, mientras un barco de recuperación aceleró hacia la cápsula chamuscada y la llevó a bordo.

Alrededor de una hora después del amerizaje, los astronautas salieron de la cápsula en un helicóptero y luego se dirigieron en avión hacia Houston.

Allí, en una base militar, se reunieron con sus familias, mostrándose alegres y aparentemente en buena forma física.

Al dirigirse a una ceremonia de bienvenida en un hangar con el debido distanciamiento social, Behnken elogió al equipo de SpaceX.

«Definitivamente somos perros viejos y nos gustan algunos de nuestros viejos trucos (pero) a medida que avanzamos hacia otras actividades (…) necesitamos descubrir la mejor manera de compartir lo que sabe la NASA con un equipo de contratistas y ayudarlos a obtener el mayor éxito posible», dijo.

El administrador de la NASA, Jim Bridenstine, también elogió la colaboración con empresas privadas.

«Estamos entrando en una nueva era de los vuelos espaciales tripulados en la que la NASA ya no es la compradora, propietaria y operadora de todas las herramientas», dijo a la prensa.

«Esto es realmente sólo el inicio: estamos empezando el viaje de llevar a gente de forma regular hacia y desde la órbita terrestre baja, a la Luna, y por último a Marte», declaró por su parte Gwynne Shotwell, presidenta de SpaceX.

– Autonomía espacial –

El presidente Donald Trump, que había viajado a Florida para el lanzamiento de la cápsula hace dos meses, elogió el regreso exitoso.

«Es maravilloso tener a los astronautas de la NASA de vuelta en la Tierra tras una muy exitosa misión de dos meses. ¡Gracias a todos!», escribió en su cuenta de Twitter.

Desde el último vuelo de un transbordador espacial en 2011, Estados Unidos había tenido que apelar a la colaboración de Rusia para ese propósito.

La fase final de esta operación conjunta entre la NASA y la compañía del excéntrico Musk afrontó hasta último momento temores por el riesgo de la tormenta tropical Isaías, que bordea la península de Florida y que había hecho descartar el lugar original para el amerizaje.

El éxito de la misión también supone una gran victoria para SpaceX, que Musk fundó en 2002 y ha superado a Boeing, su principal competidor en la carrera espacial comercial.

Estados Unidos ha pagado a esas dos compañías unos 7.000 millones de dólares por el servicio de «taxi espacial», pero los esfuerzos de Boeing han fracasado hasta ahora.

Por otra parte, Behnken y Hurley se han convertido en los primeros astronautas en ser llevados al espacio por una empresa privada contratada por la NASA.

– Reingreso a la atmósfera –

Antes de su amerizaje, la cápsula Crew Dragon «Endeavour» debió pasar varias etapas.

A las 13h51 (17h51 GMT), debió desprender su «tronco», que contenía su fuente de energía, calefacción y otros sistemas, el cual se incineró en la atmósfera.

Entonces se dispararon sus propulsores para maniobrar en la órbita y lograr la trayectoria adecuada de cara al amerizaje.

El programa marcaba que a las 14h32 (18h32 GMT) volviera a entrar en la atmósfera a una velocidad de alrededor de 28.000 kph.

El escudo térmico de la nave debía soportar temperaturas de 1900 grados Celsius.

Luego la cápsula debió desplegar dos juegos de paracaídas para reducir su velocidad a solo 24 km/h al llegar al agua.

– Crew 1 –

El regreso marca apenas el inicio de una era para Crew Dragon, ya que SpaceX y la NASA miran hacia futuras misiones.

La «Endeavour» volverá a la sede de Dragon SpaceX en Florida, donde se someterá a un proceso de inspección de seis semanas para certificar que la nave esté apta para futuras misiones en la órbita terrestre baja.

La próxima misión, denominada «Crew-1», involucrará a un equipo de cuatro personas: tres astronautas de la NASA y el especialista en misiones de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón Soichi Noguchi.

El despegue está programado para finales de septiembre, y la tripulación pasará seis meses en la estación espacial.




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