James anotó la mayoría de sus puntos en la segunda parte. Foto cortesía: nba.com.

Anthony Davis y LeBron James espabilaron a Los Angeles Lakers para someter a unos decepcionantes Phoenix Suns (109-95), dándoles así a los actuales campeones de la NBA una ventaja de 2-1 en la primera ronda de los playoff.

Davis fue un huracán en la zona de la pintura con 34 puntos y 11 rebotes, pero la enérgica aportación de James con 21 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias fue decisiva para desperezar en el tercer cuarto a unos Lakers mustios y sin chispa.

Dentro de unos Lakers que tiraron de oficio y veteranía frente a unos Suns sin capacidad de reacción, Marc Gasol disputó 17 minutos y logró 3 puntos (uno de uno en triples), 3 rebotes, 2 asistencias y 2 robos frente a 2 pérdidas. Deandre Ayton (22 puntos y 11 rebotes) fue el más destacado de unos Suns, que echaron en falta la mejor versión de Devin Booker (19 puntos) y Chris Paul (7 puntos y 6 asistencias).

Ninguno de los dos conjuntos brilló en el acierto a canasta (ambos por debajo del 45% en tiros de campo), pero los Lakers hicieron valer su superioridad en el rebote (61 frente a 42). La noche, además, fue muy especial para los aficionados de los Lakers, que vieron un partido de playoff en casa de su equipo por primera vez desde 2013.

De más a menos

El encuentro comenzó con la agresividad e intensidad que han convertido a esta serie en una de las más atractivas de estas eliminatorias.

Las estrellas de los Lakers arrancaron a tono. LeBron James golpeó desde el triple, Anthony Davis sacaba provecho con mucha fuerza de los bloqueos y continuación, y Andre Drummond tan pronto colocaba un taponazo sobre Devin Booker como se marcaba una gran jugada al poste ante Deandre Ayton.

Pero los Suns no se pasmaron. Con Chris Paul a la batuta, pese a las evidentes molestias que sigue arrastrando en el hombro, los de Phoenix lucieron una gran destreza en el movimiento de balón y presumieron de fluidez en ataque.

Ayton volvió a erigirse en un gigante de la zona, pero el principal recurso en ataque de los visitantes fue un Booker muy escurridizo (9 puntos), que supo contrarrestar el estupendo primer cuarto de Davis (10 puntos).

Marc Gasol pisó la cancha como primer recambio del juego interior de los angelinos y el cuarto inicial se cerró con un equilibrio de fuerzas (27-28). El ritmo bajó muchísimo con la entrada de los reservas de ambos equipos, pero la igualdad se mantuvo entre numerosos errores a ambos lados (33-33 con 6.45 por jugarse).

Tras un tiempo muerto, Kyle Kuzma, que había estado terriblemente desacertado en los dos primeros partidos, metió un triple. Pero Ayton, un absoluto dolor de muelas para los Lakers en la pintura, respondió con un enorme alley-oop por cortesía de Paul.

El sopor se adueñó de un segundo cuarto con un nivel de baloncesto muy flojo. Pero, un robo y contraataque de Kentavious Caldwell-Pope más una canasta tras rebote ofensivo del escolta le proporcionaron a los Lakers una mínima ventaja después de la primera mitad (43-40).

Un segundo parcial para el olvido dejó unas estadísticas mediocres al descanso y un penoso parcial de 16-12 en esos 12 minutos. Así, los Lakers lograron un 39% en tiros de campo con un 19% en triples, mientras que los Suns tampoco se salvaron del naufragio con un 37% en tiros totales y un 31 % en intentos de tres.

La revolución de James

LeBron James solo había anotado 5 puntos en los dos primeros cuartos, volviendo del vestuario con ganas de revolucionar el partido. En la primera jugada, tras la reanudación, desarmó la defensa de los Suns con un mate, en la segunda conectó con facilidad un tiro de media distancia, y en la tercera regaló una asistencia para la bandeja de Davis.

De repente, los Lakers amasaron su primera ventaja notable (49-40). Ayton sostenía a los de Phoenix con una solvencia asombrosa en el juego interior, pero los Lakers parecían dispuestos a romper el partido desde la solidez defensiva y la rapidez al contraataque. Así, dos penetraciones con rabia de James trazaron el camino a la victoria (59-46 en el ecuador del tercer cuarto).

Los Suns se toparon con las puertas cerradas al aro rival, mientras que los Lakers continuaban su fiesta en el tercer cuarto al encadenar dos canastas con tiro adicional de Davis y Schroder.

Gasol regresó a la cancha con algo más de cuatro minutos por terminar el cuarto y así pudo presenciar el final de la exhibición de Davis, monumental e imparable con 18 puntos solo en ese parcial que dejaron muy tocados a los visitantes (76-63).

Con Booker desaparecido en el tercer cuarto, los Suns intentaron reengancharse con un parcial de 0-5 en el inicio del último parcial. Sin embargo, dos triples consecutivos de Wesley Matthews y uno más de Gasol colocaron una distancia que parecía insalvable (91-74 en la mitad del último cuarto).

Los Lakers se dejaron llevar y disfrutaron del duelo a cara de perro entre James y Jae Crowder, muy abucheado por el público del Staples Center en toda la velada. Esa relajación por poco les cuesta un disgusto, ya que los Suns llegaron a ponerse a 8 puntos y los Lakers solo respiraron aliviados tras los tiros libres de Schroder. El cuarto partido entre Lakers y Suns se disputará el domingo también en Los Ángeles.




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