La superficie de la isla española de La Palma ha ganado 5 hectáreas con la extensión al mar del nuevo delta lávico que se esta formando en el norte de las coladas de magma que emanan del volcán y que alcanza ya hasta 350 metros de distancia de la línea de costa.
El volcán canario de Cumbre Vieja vive una relativa estabilidad en las últimas horas, tanto por lo que respecta a la sismicidad como al tremor, que se mantienen en niveles bajos, mientras que las emisiones de dióxido de carbono en el penacho siguen una tendencia descendente, con mediciones de entre 1.300 y 18.000 toneladas diarias.
Lo que no cesa es el flujo de lava, que ha ocupado en el último día otras quince hectáreas de terreno, por lo que la superficie total afectada supera ya las 1.088,84 hectáreas -335,51 de ellas de cultivo- con 2.798 edificaciones afectadas, según los satélites Copernicus, de las que 2.675 han sido destruidas.
La superficie de La Palma suma 5 hectáreas
El agua puede arrastrar cenizas, pero sobre todo el peligro viene por las escorrentías, por lo que el Pevolca ha pedido a la ciudadanía que se aleje de vaguadas, laderas inestables y pendientes.
Lo que sí descartan los expertos es que pueda haber problemas para la salud de las personas por interacciones de los gases que produce la erupción y el agua de las lluvias.
Por el contrario, la nube de cenizas que provoca la erupción del volcán, unida a la presencia de vientos de poniente que afectan desde el sábado a la isla, mantiene desde ese día inoperativo el aeropuerto de La Palma, una situación que se prevé se mantendrá hasta el fin de semana.