Talento a pesar de un apellido

Es difícil hacer carrera por sí mismo, por sus propios logros y por aprovechar las oportunidades que brinda el estar en el lugar correcto, el momento apropiado y con las personas más indicadas. Es una conjugación entre talento -aporte interno- y ver / aprovechar las condiciones que las circunstancias otorgan en un momento determinado.

Si bien triunfar en medio de un salvaje mundo competitivo es rudo, se torna más espinoso si se tiene una rivalidad cercana en la familia. Ser pariente -hijo, hermano, pareja o incluso padre- de un famoso compositor, hace más compleja la situación.

Hay quienes aprovechan la chapa de tener un apellido prestigioso, pero eso es tener una especie de sábana corta, y hasta llega a ser un arma de doble filo. Por un lado, tener pedigrí no alcanza. Por el otro, conlleva el compromiso de mantener el prestigio de marca impreso por su apellido. Por ello, muchos sacaron a flote su propio talento, su sello personal, su impronta, para huir de la sombra del familiar famoso, escapar del perseguidor fantasma. Luchar con la figura ya creada.

En el campo de la música, ejemplos hay muchos, y muy curiosos. Todos conocemos la obra monumental de Johann Sebastian Bach, pero de sus veinte hijos, cuatro llegaron a ser talentosos compositores: Wilhelm Friedemann, Carl Philipp Emanuel, Johann Christoph Friedrich y Johann Christian. Carl Philipp Emanuel, en particular, fue una figura clave en la transición entre el Barroco y el Clasicismo. Y Johann Cristian, conocido como el "Bach de Londres", fue gran amigo de Wolfgang Amadeus Mozart. Se conocieron en 1764 en Londres, cuando Mozart tenía solo 8 años y Johann Christian ya era un compositor establecido. Durante su estancia en Londres, Mozart asistió a varios conciertos de J. C. Bach y quedó profundamente impresionado por su estilo. Se convirtió en un mentor para el joven Mozart, y su influencia es evidente en las primeras obras del prodigio austríaco.

El mismo Wolfgang Amadeus Mozart tiene un brillo que opaca tanto a su padre Leopold como a su único hijo músico Franz Xaver. Su padre, Leopold, tuvo una carrera importante en la música, sobre todo como pedagogo musical en el campo del violín. Su hijo Franz Xaver, fue el único de su descendencia que se dedicó a la composición musical.
Otro célebre ejemplo lo tenemos con Johann Strauss, el famoso compositor del Waltz “El Danubio Azul”. Su padre, del mismo nombre, también tuvo su fama y su éxito, pero a todas luces, Johann II fue quien se llevó la mayor parte de la popularidad.

Como eso, podemos encontrar incontables casos: Anton Rubinstein, compositor y pianista ruso; su hermano menor Nikolai Rubinstein también fue un músico de renombre, pianista virtuoso y cofundador del Conservatorio de Moscú. Alessandro Scarlatti, compositor italiano barroco, su hijo Domenico Scarlatti se hizo famoso por sus innovadoras sonatas para teclado, influyendo en la música para piano. Franz Joseph Haydn, aunque no tuvo hijos propios que fueran músicos, su hermano menor, Michael Haydn, fue también un compositor reconocido y tuvo una carrera exitosa en la música sacra. La hija de Jan Sibelius, Margareta, fue también pianista, aunque no alcanzó el nivel de fama de su padre, dedicándose principalmente a la enseñanza.

Fanny Mendelssohn, hermana mayor del famoso Felix, fue una de las primeras mujeres destacadas en la composición académica europea. Compuso más de 450 obras, entre ellas lieder, piezas para piano, música de cámara y obras corales. Sin embargo, gran parte de su música fue publicada bajo el nombre de su hermano, Felix, o permaneció inédita durante su vida. A pesar de esto, su talento fue admirado por figuras cercanas a su círculo, incluidos músicos y artistas contemporáneos. Felix tenía un gran respeto por el talento de su hermana y, aunque no siempre la alentó a publicar, sí valoraba sus opiniones y revisaba sus composiciones.
Todo esto, en el campo de la música académica europea del siglo XVIII y XIX. Ni hablar de la música popular y folklórica en el ámbito mundial.

El impacto psicológico de un músico que es superado por un miembro de su propia familia puede ser significativo y complejo, afectando aspectos como la autoestima, la frustración, la comparación constante, la identidad personal, y la percepción del éxito. Este fenómeno es particularmente común en familias de músicos destacados, donde la competencia dentro de la misma familia puede aumentar la presión y las expectativas.

En conclusión, la dinámica psicológica dentro de una familia de músicos puede ser extremadamente desafiante para aquellos que son superados en talento o reconocimiento por un familiar cercano. Esto puede afectar tanto su carrera como su bienestar emocional, pero la manera en que cada individuo afronta esta situación varía considerablemente según sus circunstancias personales.

Del muy poco conocido Franz Xaver Mozart, los invito a escuchar su Polonaise mélancolique in E Minor, Op. 17 No. 2, versión de Cyprien Katsaris en una histórica grabación de estreno mundial.

https://www.youtube.com/watch?v=WIQt1_7tW9U

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente la posición de El Carabobeño sobre el tema en cuestión.

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Talento a pesar de un apellido

Juan Pablo Correa

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