Conversando con la historia
pregunté por las andanzas
de ese ilustre prócer nuestro
don Francisco de Miranda

Mil setecientos cincuenta
en marzo, un día veintiocho
nació por allá en Caracas
dijo la historia con gozo

Su padre era canario
y se llamaba Sebastián
oficial y mercader
muy honrado y de confiar

Comerciante y caraqueña
su madre Francisca era
por eso a él le decían
“Hijo de la panadera”

Se graduó de bachiller
en el mil siete seis siete
pero era blanco criollo
y no podía ser cadete

Así que al cumplir los veinte
con su suerte se fue a España
y al ejército español
él se une, y va a campaña

África y Rusia primero
Norteamérica después
y por Francia también lucha
todo un prócer sin traspiés

Su nombre quedó grabado
allá en Arco del Triunfo
en la ciudad de París
un honor, sentir profundo

Ya pensando en Venezuela
y su ansiada libertad
busca apoyo a su lucha
para el sueño conquistar

Así que un doce de marzo
ondea en el mástil del Leander
en mil ochocientos seis
una bandera bien grande

Amarillo, azul y rojo
nuestro eterno tricolor
se vio en Jacmel, Haití
fue Miranda el Precursor

Y después un tres de agosto
de ese año, nuevamente
allá en la Vela de Coro
el tricolor se alzó valiente

Su firma está en el Acta
que declaró la Independencia
fue presidente, dictador
Generalísimo y decencia

Aún la historia discute
de su capitulación
fue certera o desmedida
rectitud, o fue traición

Soñó crear un gran país
su propio nombre le dio
toda América del Sur
Gran Colombia le llamó

Pero esa Gran Colombia
nadie lo pudo lograr
ni Miranda, ni Bolívar
solo fue un grandioso plan

“Este Quijote no está loco”
dijo un día Bonaparte
refiriéndose a Miranda
por su entrega en el combate

También conoció al padre
de los Estados Unidos
a George Washington, el ilustre
de quien fue su gran amigo

Pero hablemos de Miranda
en tierras carabobeñas
tiempos de la Independencia
de Congresos y de guerras

De su primera incursión
se dice fue en La Cabrera
en mil ochocientos once
recién nacía Venezuela

se cuenta, estuvo Miranda
el diecinueve de Julio
defendiendo con arrojo
cualquier falsa o repudio

De allí siguió hasta Guacara
y en Valencia combatió
junto a Sucre y Bolívar
su gran sueño defendió

Y fue ahí en el edificio
frente a la hoy plaza Sucre
que se enfrentó a los realistas
su valor no se discute

La historia hace una pausa
como quien va recordando
y después de un vino tinto
ella me sigue narrando

En mil ochocientos doce 
Valencia por un decreto 
se convierte en Capital 
y la sede del Congreso 

Así Valencia dio cobijo 
aquel quince de febrero 
al Congreso Nacional 
con decisión y sin miedo 

Pero dos meses después
par el día seis de abril
la presión de los realistas
los obliga a sucumbir

El Congreso se disuelve
pero decide nombrar
dictador y presidente
a Miranda el General

Fue Valencia pues que otorga
El titulo señorial
General de Generales
Generalísimo, el sitial

Y Miranda sorprendido
por la honra a su merced
lo acepta, pero les dice
sumergido en poca fe

“Voy a presidir señores
unos tristes funerales
de mi patria Venezuela
Dios ampare estos finales”

La testigo de este hecho
fue la Casa de la Estrella
una casa con historias
de mi linda Venezuela

Y sin que pase mucho tiempo
todo se hace insostenible
Miranda, busca recursos
pero no hay nada factible

Refugiado en La Victoria
el expresa con dolor
que su “Venezuela está
herida en el corazón”

Mientras tanto Monteverde
asecha con gran furor
y Miranda se plantea
una capitulación

Y el veinticinco de Julio
de mil ochocientos doce
Miranda allá en San Mateo
Capitula entre reproches

Ya pasado algunos días
Miranda es detenido
por sus mismos compatriotas
y en la Guaira es recluido

De eso Miranda dijo
“Bochinche, bochinche
esta gente no es capaz
de hacer sino bochinche”

Luego va a Puerto Cabello
en mil ochocientos trece
al Castillo San Felipe
sigue preso y lo padece

De ahí, ese mismo año
al Morro de Puerto Rico
luego a España, San Fernando
era Cádiz su destino

Era un catorce de julio
mil ochocientos dieciséis
cuando muere en la Carraca
desterrado de su grey

Michelena, el de Valencia
ese momento destaca
pintó en mil ocho nueve seis
a “Miranda en la Carraca”

Sarah Andrews fue su esposa
Leandro y Francisco sus hijos
con Catalina de Rusia
dicen que vivió un idilio

Español, francés e inglés
él muy bien los conversaba
italiano, ruso, griego
y el latín los manejaba

Pero no se aflija amigo
que vivo sigue Miranda
en las escuela, en el liceo
en el barrio, y en la plaza

Existen en Carabobo
muchas calles y avenidas
su nombre sigue presente
su pensamiento nos cuida

El viejo Valle de Onoto
a cien años del natalicio
tomó el nombre de Miranda
hoy pujante municipio

También están los masones
en el centro de Valencia
y se dice que Miranda
fue masón por excelencia

En Venezuela un estado
con honor lleva su nombre
hay un himno, municipios
y una prestigiosa Orden

Se dedicó un cenotafio
en el Panteón Nacional
sus restos en La Carraca
no se han podido encontrar

A la historia di las gracias
por el sentir mirandino
por guardar nuestra memoria
y alumbrar nuestro camino

Don Pío Lara




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