La agravación de la pobreza en Venezuela ha causado la desmejora en la calidad de vida de la nueva generación. Los niños pagan las consecuencias de la crisis humanitaria viviendo experiencias inauditas, desde la mala alimentación hasta el abandono en calles y ríos, causándoles la muerte.
La asistencia a las escuelas de los sectores más pobres se ha reducido en los últimos dos años, informó Fe y Alegría.
Por otra parte, la mortalidad infantil alcanzó las cifra de 11.466 muertes en 2016, 30% más que en 2015. Es la última cifra que publicó el Ministerio de Salud, cuyo rector fue despedido días después de dar la información.
Ante la crisis del país, la corrupción política y la hiperinflación, los docentes y representantes legales aseveraron que los niños están perdiendo su infancia y ponen en riesgo su salud. “Tenemos un país roto que está sacrificando su futuro”, dijo Abel Saraiba, psicólogo de Cecodap.