Es creencia equivocada, como decía Antonio Herrera en un artículo escrito hace algunos años, pensar que Venezuela saldrá de la tiranía de un gobierno autoritario solamente cuando se levanten finalmente los barrios. A tal proposito ponía como ejemplo que ese mismo pueblo salió a la calle un 23 de enero de 1958 dándole el golpe final a la dictadura de Pérez Jiménez, pasando por alto pero que las verdaderas multitudes se levantaron después y solo después de que los militares habéan tumbado al general golpista.
En efecto el fin primario de esa gente de barrio se limita a la sobrevivencia, a resolver los problemás cotidianos y punto! Por eso, gobierno que tenga la capacidad de satisfacer esas necesidades elementales o que, por lo menos, contribuya a limitarlas ciertamente puede contar con su apoyo…pero todo tiene un límite!
Sin ir más lejos, hemos visto el comportamiento de ese pueblo en víspera del revocatorio del 2004. Encuestas realizadas en el 2003, que es cuando debería haberse realizado el referendo, daban el “SI” ampliamente ganador. La consultación popular aplazada, de una forma abusiva y alevosa a un tiempo para el año siguiente, cuando ya el gobierno había puesto efectivo el sistema de esas “misiones limosneras” que, sin resolver fundamentalmente los problemas del pueblo pero sí los atenuaba considerablemente, favoreció abiertamente al gobierno y fue decisivo para que ganara el “NO”.
En otras palabras, yo creo que el levantamiento de esos barrios marginales no es determinante para tumbar a un gobierno, siempre y cuando este gobierno tenga el espíritu populista y, por supuesto la capacidad económica para amortiguar los enormes problemas existenciales que agobian a esa pobre gente, vengan de donde vengan…pero todo tiene un límite!
Sin embargo hay que reconocer que, sobre todo en estos últimos dos o tres años, las protestas y los reclamos de estos barrios marginales han aumentado de una forma exponencial la demostración de que estas dádivas con las cuales el gobierno pensaba seguir comprando el consenso de esa pobre gente, ya no no alcanzan y una inflación macroscópica se lo come todo. La situación que esta viviendo el país se ha puesto insostenibile y la carencia de todo – artículos de primera necesidad, medicinas, falta de seguridad, etc – ha puesto Venezuela sencillamente invivible…y a todos los niveles, desde los barrio marginales hasta arriba. Hay en acto una rebeldía general y tengo miedo de que pueda explotar en cualquier momento. Y ahora, más que nunca, la última palabra la tiene solamente el gobierno. Ya no tiene sentido buscar a quien echarle la culpa. Este pueblo, este pobre pueblo aprovechado, usado como trampolín para llegar al poder y falsamente ensalzado como “soberano”, sabe de sobra quienes son los culpables!