goodyear
Fotografía correspondiente al 7 de octubre de 2020 / Francis Tineo

A pocos días de cumplirse un año desde que Nicolás Maduro anunció la “recuperación y el reinicio de actividades” de la antigua planta de neumáticos Goodyear en Carabobo, los trabajadores no ven mejorías. El descontento es tal, que este viernes 15 de enero exigieron la renuncia del gerente impuesto por el gobierno para administrar la empresa.

“Nosotros sabíamos que cuando se fue la trasnacional no íbamos a tener las mismas condiciones laborales”, dijo a El Carabobeño el dirigente sindical Luis Lovera. “Pero este gerente que mandaron en representación del Estado empezó a tomar decisiones arbitrarias y ninguna fue para el beneficio de los trabajadores, siempre salimos perjudicados”.

El teniente coronel Reutilio Santamaría es quien hoy ocupa el cargo de gerente general de Black Eagle, compañía que con la venia del gobierno de Maduro asumió las instalaciones de la fabricante estadounidense Goodyear tras cesar sus operaciones en Venezuela de forma definitiva en 2018.

“Yo tomé un conjunto de acciones por propuesta del gobernador (de Carabobo Rafael) Lacava para la recuperación y el reinicio de actividades productivas de la empresa Goodyear de Venezuela”, señaló Maduro el 22 de enero del año pasado durante una alocución televisada. Sin embargo, todo quedó en simples palabras.

Aproximadamente 830 empleados conforman la nómina de Black Eagle, detalló Lovera. Del total, unos 550 están temporalmente suspendidos y devengan salario mínimo (400 mil bolívares), sin beneficios contractuales. Los 280 restantes se mantienen trabajando en la planta, pero no han recibido ajustes salariales desde hace un año.

A juicio del sindicalista, se trata de una injusticia. “Ellos (la gerencia estatal) ajustan los precios de los cauchos en dólares, basados en la tasa actual, pero no hacen ajustes salariales ni dan ningún tipo de beneficio. Por eso estamos exigiendo la renuncia del gerente”, señaló.

La planta de la antigua Goodyear tiene una capacidad instalada para producir alrededor de 10 mil 500 cauchos por día. De acuerdo a Lovera, en 2020 se mantuvo operando a menos de 20 % de esa capacidad y desde que retomaron la producción solo han logrado fabricar en total unas 135 mil unidades.

Goodyear cesó formalmente sus operaciones en diciembre de 2018 debido a las asfixiantes políticas económicas  impulsadas por el gobierno. A las dos semanas de anunciar su salida del país, desde el Ejecutivo fue ordenada su ocupación. La producción pudo reanudarse nueve meses después, a bajos niveles, bajo la administración de la empresa Black Eagle.

 

 




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