Foto Heberlizeth González

Luis Aponte tiene 28 años trabajando en Good Year. Nunca había visto la empresa como ahora: casi en plena debacle. Desde hace dos años la empresa, una de las más importantes en la fabricación de cauchos, se ha venido abajo. Temen que unas mil personas queden sin empleo. Esa fue una de las razonas por las que la mañana de este lunes realizaron una marcha por la Autopista Regional del Centro, para pedir al ministerio del trabajo interceda por ellos.

“La verdad de Good Year hoy en día, es que la producción está por el suelo. No hay incentivo a la producción. Tememos que nos cierren la empresa”, comentó Aponte, representante de la junta administradora especial de la empresa, al regresar de la marcha por la ARC que fue escoltada por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y Guardia Nacional.

De acuerdo a los trabajadores, les están violando el derecho al trabajo, pues algunos de ellos fueron sacados de la empresa y otros amenazados con despedirlos por apoyar a sus compañeros que fueron botados de manera ilegal, según dicen.

Recientemente, los empleados entregaron un documento al ministro del trabajo Eduardo Piñate para que verifique la realidad de la empresa y que las instalaciones están deterioradas. “Están desmantelando  las máquinas, le quitan un repuesto a una y se la ponen a otra y, prácticamente, eso nos lleva a perder los puestos de trabajo, dijo Aponte.

 




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