La empresa Rialca paralizó sus actividades hace año y medio. Sus trabajadores responsabilizan de este hecho a los administradores, por cuanto aseguran que el Gobierno Nacional envió los recursos necesarios para su rehabilitación, pero estos los desviaron.

Héctor Morillo, contralor social, aseguró que es inexplicable que la empresa se haya deteriorado tanto, si el gobierno envió los recursos necesarios para su recuperación.

Morillo calificó como héroes a los trabajadores, porque diariamente acuden a cumplir horarios, muchas veces en cola, sin comida y en conocimiento que en su casa tampoco hay.

Exigió la intervención del Ministerio Público para que investigue a los funcionarios encargados de administrador los recursos, porque prometieron que la planta iba a arrancar y eso no ocurrió.

Añadió que hicieron estudios de campo y se demostró que en los últimos nueve años a Rialca ingresaron 19 millones de kilos de aluminio primario. De esa cantidad solo se utilizó el 10 por ciento para transformación de materia prima, el resto se destinó para elaborar aleaciones y venderlas por materia prima a otras empresas.

Precisó que en nuevo años Rialca produjo 189 mil rines, cuando debió producir un millón 600 mil, por la cantidad de aluminio primario que se le asignó.

Dijo que ciertamente las ensambladoras no están trabajando y no tienen un amplio mercado para ubicar su producción, sin embargo el gobierno envió los recursos para el arranque de la planta, y estos fueron mal utilizados.

“Esto es un mal manejo del patrimonio público del Estado”.

Héctor Morillo manifestó además que el gerente de Rialca, Tulio Febres Carbonel está desaparecido de la planta y no da la cara a los trabajadores. Según dijo, Carbonel ofreció que en seis meses arrancaría la planta, pero nunca la arrancó.

“Teníamos 329 toneladas de aluminio primario y se las llevaron porque la empresa no pudo pagarlas, eso debió pagarlo el gerente”.

Morillo subrayó que la empresa no cuenta con montacargas, 27 moldeadoras están inoperativas, hay dos hornos de los cuales sólo funciona uno a medias.

“Tenemos que poner seriedad porque si estamos en una revolución que propulsa la recuperación económica y el vivir bien, los trabajadores deben ser tomados en cuenta porque queremos recuperar el país”.

Juan Peña, secretario general del sindicato, señaló que se le está aplicando un boicot a la gestión del presidente Maduro, porque no se le permite el avance de la producción al pueblo.

Apuntó que anteriormente el personal de Rialca dependía de la Corporación Venezolana de Guayana, pero en marzo de 2019, en forma inconsulta, fueron transferidos al sector automotriz. Esto trajo como consecuencia desmejoras económicas.

Entre otras cosas se les eliminó el comedor y el beneficio de una caja de comida mensual que recibían. No tienen servicio de HCM.

El pago que reciben es de 400 mil bolívares mensual, más cesta ticket.

Pidió la presencia de Oscar Dávila, presidente de la corporación automotriz para que escuche los planteamientos de los trabajadores. También quieren que los reciba el ministro Hipólito Abreu y Tareck El Aissami.




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