En forma inconsulta y arbitraria conductores del transporte público aumentaron la tarifa del pasaje en la Gran Valencia, en detrimento de los más necesitados.
Desde el pasado martes los transportistas de las distintas líneas comenzaron a cobrar 10 mil bolívares por el pasaje, independientemente del recorrido. Es decir que eliminaron la tarifa por la ruta corta.
Como se recordará, de acuerdo a lo establecido por el gobierno nacional, las rutas urbanas deben cobrar cinco mil bolívares por el traslado de los pasajeros. Cuando pasen a otro municipio los usuarios deben cancelar tres mil bolívares adicionales, para un total de ocho mil bolívares.
Sin embargo los colectores se paran en las puertas de las unidades y gritan “Diez bolos todo el mundo vaya para donde vaya”. El argumento para subir la tarifa es que el salario mínimo fue incrementado, pero no toman en cuenta que todavía nadie lo ha cobrado.
Otros colectores señalan que no hay gasolina y por eso deben cobrar más caro el pasaje.
Pero no hay que olvidar que según el presidente del sindicato del transporte, Adolfo Alfonzo, los transportistas tienen posibilidad de llenar los tanques de sus unidades tres veces a la semana.
Lo cierto es que esta situación ha generado malestar entre la colectividad, porque no se entiende por qué son los transportistas quienes deben fijar el monto de la tarifa a cancelar, porque solo toman en consideración sus limitaciones económicas y no las de la colectividad.
“En estos días estaban llorando porque no tenían gasolina y nosotros nos solidarizamos con ustedes, y ahora salen con esto”, comentó un pasajero que no recibió respuesta del colector.
Para conocer la posición de este incremento del pasaje por parte de Adolfo Alfonzo, se le trató de localizar vía telefónica pero fue imposible la comunicación.
