Este lunes los transportistas del Terminal de Pasajeros de Valencia, Big Low Center, exigieron la reapertura del lugar, tras nueve meses de clausura preventiva ante el COVID-19, lo cual ha afectado a unas 122 líneas.
El presidente del Sindicato de Transporte en Carabobo, Adolfo Alfonso, advirtió que los trabajadores de las rutas interurbanas han dejado de llevar el alimento a sus casas y consideró que el cierre es una medida discriminatoria contra el sector. “Las playas están abarrotadas, las licorerías y los centros comerciales abiertos, pero a nosotros no nos permiten laborar”.
Daniel Díaz es socio de una de las cooperativas y desde el inicio de la cuarentena ha tenido que rebuscarse con otros oficios para poder mantener a su esposa e hijos. “Nos tocó limpiar, desmalezar, y sembrar en el campo. Queremos que se solidaricen con nosotros y nos den la oportunidad de volver a nuestros trabajos porque de verdad lo necesitamos”.
Luis Gómez, director del terminal, esperaba que este lunes les permitieran trabajar a las más de 122 líneas de transporte que forman parte del recinto, pero luego de varias conversaciones con el Ejecutivo Nacional todavía no obtienen el permiso.
Gómez destacó que en las instalaciones ya se estaban implementando los mecanismos de bioseguridad necesarios para prevenir a los usuarios del coronavirus. “Arrancó una jornada de desinfección total, se incorporarán alfombras y arcos de rocío para las unidades en la entradas de embarque y desembarque”.
La apertura también beneficiaría a más de 200 comerciantes que tienen sus tiendas dentro del terminal y en sus alrededores, quienes desde el inicio de la cuarentena se vieron forzados al cierre. “Si no operan las líneas, no hay pasajeros y no hay ventas en los locales”, recalcó Gómez.
Rutas piratas
Evaristo Sierra, vicepresidente de la organización de transportistas 23 de Enero, denunció la situación con las rutas piratas que cobran tarifas cinco veces más caras que las oficiales. “Para Caracas el pasaje está fijado en 6 dólares aproximadamente y ellos cobran hasta $30”.
Desde el cierre del Terminal de Pasajeros de Valencia conducieres informales han ofrecido sus servicios clandestinamente. Algunos de los puntos de embargue son la pasarela de Metrópolis de San Diego, el puente Santa Rosa y los alrededores del Big Low Center.
A Sierra le parece indignante que las autoridades permitan la circulación de rutas interurbanas piratas y a quienes quieren laborar por las vías legales les impidan trabajar. “No nos explicamos cómo es que pasan de estado a estado si no cuentan con los permisos. Dicen que con el cierre del terminal evitan la propagación del virus, pero a cambio los piratas desangran los bolsillos de los pasajeros”.
No todos los usuarios pueden pagar precios tan elevados en divisas. Braulis Ruiz ha intentado viajar hasta San Cristobal desde el inicio de la cuarentena y en tres ocasiones a acudido al terminal con la esperanza de encontrarlo funcionando. Tres veces le ha tocado regresar a casa decepcionada, rodando las maletas de vuelta. “Dijeron que abrirían el 2 de noviembre pero todo estaba solo. No es solo por mí, me he encontrado con muchas personas necesitan viajar”.
Posible gran concentración de transportistas
Sierra advirtió que que sí recibir respuestas favorables de parte del Ejecutivo Nacional en las próximas 72 horas, los transportistas tomarían acciones más contundentes para protestar contra la desesperante situación. “No es una amenaza, es un llamado a Nicolás Maduro, ante la desesperación que vivimos después de 9 meses sin trabajar. Si no nos atienden, haremos una gran concentración”.