Dilfred Jiménez, de 16 años de edad, murió la madrugada de este lunes en el hospital J. M. de los Ríos tras tener dos meses y medio infectado con una bacteria. Otros 13 niños siguen recibiendo antibióticos para combatir la contaminación.
Las bacterias que contaminaron a 16 enfermos renales de la unidad de diálisis del hospital J. M. de los Ríos siguen cobrando vidas. El niño había pasado toda su vida siendo dializado y era el paciente más antiguo del servicio de Nefrología.
La de Dilfred es la tercera muerte que se produce en menos de un mes. El 3 de mayo murió Raziel Jaure, de 10 años de edad, y el 11 de mayo murió Samuel Becerra, de 12 años de edad.
El miércoles pasado, durante la marcha de los médicos, Belén Arteaga, jefa del servicio de Nefrología del Hospital de Niños, dijo a El Estímulo que estaban esperando los resultados de la prueba que realizó el Instituto Nacional de Higiene al agua y que la dirección del hospital había prometido que una empresa especializada en desinfección actuaría en los tanques de la institución.
Sin embargo, un estudio practicado por la Universidad Simón Bolívar en 2016 ya había advertido la contaminación del agua con heces.
“Los oídos sordos del director (Víctor Siegert) no nos escucharon hace dos meses y medio cuando hicimos la primera denuncia de contaminación. Ahora seguimos esperando por los resultados del INH aunque ya sabemos qué es lo que dirán. La unidad de hemodiálisis necesita una intervención rápida y oportuna”, indicó Carlos Falcón, padre de una paciente de Nefrología.
El Servicio de Infectología del J. M. de los Ríos recomendó el cierre de la unidad de hemodiálisis. Pero por ser la única adaptada para pacientes pediátricos en todo el país los médicos y los familiares de los niños han optado por mantenerla abierta. “Los padres firmaron una autorización para que dialicen a los niños a pesar de los riesgos. Lo que solicitamos es que el Ministerio de Salud busque un equipo que dé soluciones inmediatas”, informó Falcón.
El Estímulo
