Tres muertos y más de 20 heridos es el saldo hasta ahora de la jornada violenta de este sábado en Charlottesville (Virginia, EEUU), vinculados con los choques por una marcha de blancos supremacistas, que incluyen un atropello masivo y un helicóptero estrellado, informó el gobernador Terry McAuliffe.
En rueda de prensa, McAuliffe señaló que además del fallecido cuando un auto arrolló a manifestantes opuestos a la marcha supremacista en el centro de la ciudad, había que sumar a un piloto y a un pasajero de un helicóptero de la policía estatal que se estrelló a las afueras de la ciudad
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Por su parte, el jefe de policía de Charlottesville, Al Thomas, indicó que el conductor responsable del atropello se encuentra "detenido", pero no ofreció detalles acerca de su identidad y solo señaló que se trataba de un "hombre".
"Estamos tratando lo sucedido como una investigación por homicidio criminal", afirmó Thomas, quien no comentó las circunstancias del accidente del helicóptero.
En una breve comparecencia previa, el presidente estadounidense, Donald Trump, reprobó los "violentos" hechos ocurridos en la ciudad de Charlottesville, sede de la Universidad de Virginia y situada algo más de 300 kilómetros al suroeste de Washington.
"Condenamos en los términos más contundentes esta atroz muestra de fanatismo, racismo y violencia por múltiples partes. Múltiples partes", indicó Trump en una declaración desde Bedminster (Nueva Jersey), donde pasa sus vacaciones de verano.
El atropello ocurrió cerca de las 13.00 hora local (17.00 GMT) poco después de que el gobernador McAuliffe declarara el estado de emergencia en la ciudad para tratar de contener por los enfrentamientos entre participantes en la marcha y opositores.
La polémica concentración "Unir a la derecha" se organizó en protesta por la retirada de una estatua homenaje al general confederado Robert E. Lee, quien lideró a las fuerzas sureñas durante la Guerra Civil estadounidense, y que ya generó choques violentos ayer entre participantes y opositores.
Entre los manifestantes, algunos de los cuales portaban esvásticas nazis, se encontraba el ex líder del Ku Klux Klan, David Duker.
La manifestación ha sido descrita como "el mayor encuentro de odio de su clase en décadas en EE.UU.", según el Southern Poverty Law Center, un grupo que investiga a los que fomentan la violencia racial.