Dos meses antes de dejar el cargo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, preguntó a sus principales asesores sobre la posibilidad de atacar una instalación nuclear de Irán, informó el diario The New York Times el lunes, asegurando que sus colaboradores le disuadieron de hacerlo.
Durante una reunión en la Oficina Oval el jueves pasado, el presidente preguntó a varios de sus principales asistentes, incluido el vicepresidente Mike Pence, el secretario de Estado Mike Pompeo, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, "si tenía opciones de tomar medidas contra" ese sitio nuclear de Irán "en las próximas semanas", dijo el periódico.
Los altos funcionarios "disuadieron al presidente de seguir adelante con un ataque militar" y le advirtieron de que un ataque de esa magnitud podría convertirse en un conflicto más grande en las últimas semanas de su presidencia, escribió el Times.
Según esta información, Trump hizo la pregunta después de que un informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) revelara que Irán seguía almacenando uranio.
Según la OIEA, las "reservas de uranio de Teherán eran 12 veces más grandes de lo permitido" por el acuerdo nuclear que Trump abandonó en 2018, tres años después de su firma con la intención de frenar la capacidad nuclear de Irán.
Objetivo probable
Según el Times, el objetivo más probable de ese ataque era el complejo de Natanz.
"Puede haber tentativas" de atacar Irán, "pero personalmente no preveo tal cosa", declaró el martes el portavoz del gobierno iraní, Ali Rabii, en reacción al artículo del diario estadounidense.
"Pero en todo caso, nuestra respuesta corta siempre ha sido: que a toda acción contra el pueblo iraní, le será dada una respuesta devastadora", agregó el portavoz, repitiendo una fórmula habitual empleada por las autoridades civiles y militares iraníes.
Irán ha sido durante mucho tiempo la bestia negra de Trump. El mandatario volvió a imponer sanciones a Teherán y luego las endureció una vez abandonado el programa nuclear.
Los socios europeos del acuerdo han luchado por mantenerlo a flote a pesar de los esfuerzos de Trump por hundirlo, y esperan que la llegada a la Casa Blanca del demócrata Joe Biden cambie el enfoque de Washington sobre Irán.
El gobierno Trump se ha comprometido a intensificar las medidas punitivas, lo que algunos críticos ven como un intento de construir un "muro de sanciones" difícil de derribar para Biden una vez asuma el cargo.
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