La administración Trump considera sanciones adicionales contra Venezuela destinadas a detener las transacciones de combustible restantes permitidas, específicamente los intercambios de crudo con empresas en Asia y Europa, señalaron a Bloomberg fuentes especializadas que prefirieron el anonimato.
Los funcionarios estadounidenses han debatido el caso durante meses, sin embargo, inicialmente priorizaron las acciones contra Irán, que comenzó a exportar gasolina a una Venezuela hambrienta de combustible. Las sanciones no se han decidido y las conversaciones están en curso.
La semana pasada, Estados Unidos confiscó el contenido de cuatro petroleros iraníes que transportaban más de 1,1 millones de barriles de gasolina al país. Venezuela no puede producir su propia gasolina y otros productos refinados a partir de crudo debido a fallas mecánicas generalizadas en las refinerías.
El combustible importado resulta fundamental para agricultores y camioneros que transportan alimentos por todo el país, pero los legisladores de la oposición han argumentado que los acuerdos apuntalan al gobierno de Nicolás Maduro.
Un portavoz del Departamento del Tesoro se negó a comentar. Los representantes de la Casa Blanca y el Departamento de Estado, así como el Ministerio de Finanzas, el Ministerio de Petróleo y Petróleos de Venezuela no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Caída estrepitosa
Rechazadas por las refinerías estadounidenses, las exportaciones de petróleo de Venezuela han caído a unos 535 mil barriles por día este año, el nivel más bajo desde 1950.
En agosto, los intercambios de diésel representaron casi 80% del crudo programado para exportación, según muestran los datos. Empresas como Reliance Industries de India, Repsol SA de España y Eni SpA de Italia han cargado petróleo a cambio de suministrar diésel a Caracas.
Cierta flexibilidad
Hasta ahora, el Departamento del Tesoro aparentemente ha eximido los canjes de petróleo cuando son a cambio de combustible o alimentos, otorgando flexibilidad a algunas empresas más grandes que han mantenido a la administración al tanto de sus actividades comerciales venezolanas.
Las transacciones han vuelto a considerarse cuando el presidente Donald Trump da un último empujón contra Maduro antes de las elecciones estadounidenses, previstas para el martes 03 de noviembre.
Con información de Bloomberg.
