El ex primer ministro griego Alexis Tsipras fue reelegido este domingo líder de Syriza, el partido político de izquierdas más grande de Europa y el principal de oposición en Grecia, con un fuerte espaldarazo de las bases que acudieron masivamente a votar.
Más de 150 mil viejos o nuevos afiliados depositaron su voto, en una jornada que el dirigente izquierdista había convertido en una suerte de plebiscito contra el Gobierno conservador griego, en un momento en el que el escenario político en el país se pone cada vez más tenso debido a la crisis energética y las elecciones generales del próximo año.
Con este abrumador respaldo el líder izquierdista no solo refuerza su posición como líder del partido de cara a las elecciones, sino también se impone en la disputa interna sobre la organización de la formación.
En su discurso de agradecimiento, Tsipras, quien era el único candidato a la dirección, subrayó que Syriza-Alianza Progresista, como se llama oficialmente la formación, es ahora un otro partido que el que hasta hace poco tan solo tenía 30 mil afiliados, un partido «más masivo, más popular, más juvenil, más moderno y radical».
Tsipras reelegido líder de Syriza
Frente a un ala izquierdista más tradicional que exigía que el presidente lo voten solo los delegados del congreso, Tsipras consiguió imponer que sean todos los afiliados los que elijan al líder, una estrategia que de paso le permitió ampliar las bases de la formación, pues estaba permitida la inscripción hasta el mismo día del voto.
Así, de los 30 mil miembros que contaba Syriza en enero, pasó a tener 60 mil en marzo cuando se anunció el proceso electoral, hasta los 170 mil, incluidas las juventudes, de ahora.
Tsipras había promovido esta propuesta para crear un partido más «fuerte, moderno, participativo, de masas y democrático», en un esfuerzo por ampliar el alcance político de Syriza.
En los sondeos la diferencia entre el partido izquierdista y la gubernamental Nueva Democracia, de corte conservador, ha disminuido en los últimos meses hasta en torno el 7%, lo que se debe más al desgaste del Gobierno que a un aumento del apoyo a Syriza, que ronda actualmente el 22%, once puntos por debajo del resultado de las últimas elecciones en 2019.
Líder indiscutido
Pese a todo, la elección de hoy pone de manifiesto que Tsipras sigue siendo líder indiscutido de esta formación, nacida a partir de una alianza de grupúsculos de izquierda y que bajo su mando se convirtió en partido.
Mientras que al comienzo de la crisis económica en 2009 Syriza todavía no lograba superar el 5%, seis años más tarde se alzó con la victoria electoral al obtener el 36,4%.
Tsipras logró este ascenso inédito con una campaña contra los programas de rescate financieros impuestos por las instituciones acreedoras, que cayó como agua de mayo en una población asfixiada por los recortes.
Cuatro años después, el que fuera el «enfant terrible» de Europa se había convertido en el ejecutor más fiel de las medias de recorte impuestas por la troika de acreedores, lo que se saldó con una derrota electoral en 2019 que dio la victoria a los conservadores.
Ahora que los programas de rescate han quedado atrás, Tsipras ansía recuperar el terreno perdido, a ser posible en una alianza alianza con los socialdemócratas de PASOK-KINAL, que por el momento parecen poco dispuestos.
