The New York Times: La UCV en ruinas, espejo de un país que agoniza
/ Foto: Cortesía (Shutterstock vía The New York Times)

A 20 años de su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (en diciembre de 2000), la Ciudad Universitaria de Caracas, campus principal de la Universidad Central de Venezuela (UCV), pasa por su peor momento. Este paradigma de arte, urbanismo y arquitectura va camino de convertirse en una ruina.

Así lo señala un artículo de opinión publicado en el New York Times en español, firmado por el arquitecto venezolano Federico Vegas, quien destaca que la decadencia que se gesta en uno de los más importantes símbolos espirituales e intelectuales de Venezuela parece un reflejo de la profunda crisis política, económica y social por la que atraviesa el país.

Hace apenas ocho meses se fracturó por falta de mantenimiento el tramo más importante y neurálgico de la red de pasillos cubiertos que conectan las diferentes facultades de la Ciudad Universitaria. La falta de limpieza en los drenajes del techo y la cubierta ondulada cavó un enorme pozo cuyo peso produjo el colapso de las columnas.

Entonces, se hizo estrepitosamente evidente que la Ciudad Universitaria de la UCV se está muriendo y su agonía puede pasar desapercibida en un país donde tanto perece y tan poco nace.

País devastado, universidad en decadencia

Así como Venezuela está devastada por la desidia o la avasallante corrupción, con una producción petrolera en picada, que hunde de manera escandalosa la hiperinflacionaria y dolarizada economía, la UCV muestra la gradual degradación y destrucción del sistema educativo venezolano, con una deserción en la etapa media de 50% en 2020 debido al éxodo de más de cinco millones de venezolanos y la pandemia, y un 95% de planteles deteriorados, la pérdida de casi la mitad de los maestros desde 2015 y los cada vez más profundos déficits en la calidad educativa, según estiman expertos.

Vegas enfatiza en que, “en la última década, ha tomado cuerpo lo inconcebible: una Ciudad Universitaria que comienza a convertirse en una suerte de ruina arqueológica. Lo que antes era lento comienza a precipitarse. El tiempo en Venezuela ha comenzado a transcurrir a la inversa. La historia fluye hacia atrás, como una corriente que nos debilita, desconcierta y desintegra. Nuestro futuro parece existir solo en las obras de un pasado que se desvanece”.

Vehículo desmantelado en el campus universitario / Foto: Cortesía (Shutterstock vía The New York Times)

No hay nada de casualidad

Resalta, asimismo, que esa desintegración no es casual: “La Universidad Central de Venezuela siempre estuvo a la vanguardia de las nuevas visiones y opuesta al autoritarismo en todo el siglo XX”. Durante su mandato, Hugo Chávez buscó doblegarla negándole recursos económicos esenciales para su sobrevivencia, lo que activó, en 2007, una serie de protestas de estudiantes universitarios –de instituciones públicas y privadas- contra las medidas autoritarias del gobierno. Los partidarios de Chávez nunca pudieron ganar en las elecciones internas y, ahora, en la óptica del gobierno de Nicolás Maduro, la UCV simplemente no existe.

“No hay represión más hipócrita que la desidia y la asfixia”, en un gobierno “cuya noción de mantenimiento es mantener a la cultura bajo la lápida de un absoluto abandono, como es patente en el sistema de museos nacionales”, indica el autor.

Espíritu fracturado

Lo cierto es que la Ciudad Universitaria, concebida y diseñada por un mundialmente reconocido e influyente Carlos Raúl Villanueva, con murales, mosaicos, vitrales y esculturas, rampas, marquesinas, umbráculos y patios, con su famosa Aula Magna, colorida e iluminada sala de conciertos con las grandiosas y acústicas nubes de Alexander Calder, hoy es recordada mediante deprimentes imágenes de un pasillo fracturado, o de un ingreso de cinco dólares por mes para un profesor a tiempo completo en la facultad de Arquitectura, cifra difícil de creer y asimilar.

“Hace falta una profunda pasión de educador para someterse a semejante humillación. Estos hechos ilustran una estrategia que el gobierno chavista de Maduro esgrime sin pudor: ‘Moral y luces son nuestras últimas necesidades’. Justo el reverso de la frase más venerada de Simón Bolívar (‘Moral y luces son nuestras primeras necesidades’)”.

Otros amargos detalles

Vegas suma, además, otros detalles: aulas vaciadas de estudiantes y profesores, abandonada a la indigencia y la rapiña, saqueada de sus obras de arte. Y lo triste es que “la UCV no es un caso aislado: La Universidad de Oriente (UDO), por ejemplo, ha sido sometida a un proceso de decadencia constante que incluye desde la usual asfixia presupuestaria hasta descarados actos de vandalismo”.

The New York Times: La UCV en ruinas, espejo de un país que agoniza
Una cancha enmontarada con un tablero de baloncesto sin su respectivo aro, una de las tantas instalaciones deportivas vandalizadas / Foto: Cortesía (Shutterstock vía The New York Times)

Si en el año 2000 la declaración de la Unesco constituyó motivo de orgullo y celebración, veintiún años después está misma declaración debe convertirse en un instrumento de guía y sobrevivencia. La tarea de la Unesco no puede limitarse a ponderar las obras del pasado; su principal labor es integrarlas a la cultura viva y la civilización en el presente. La Unesco debe llamar la atención sobre la actual agonía de nuestra Ciudad Universitaria en el siglo XXI con el mismo vigor y la misma relevancia que una vez celebró “un ejemplo de realización coherente de los ideales artísticos, arquitectónicos y urbanísticos de principios del siglo XX”.

**Fernando Vegas, además de arquitecto es escritor, su más reciente novela se titula Los años sin juicio.

Lee el artículo publicado en The New York Times.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.