Giannis Antetokounmpo defendido por los jugadores de los Phoenix Suns en las Finales de la NBA. / Foto EFE

Una monstruosa actuación de Giannis Antetokounmpo, que sumó 42 puntos, no fue suficiente para frenar a los Phoenix Suns, que lograron este jueves el 2-0 en las Finales de la NBA tras derrotar con solvencia a los Milwaukee Bucks (118-108).

La estrella griega, que se ha recuperado muy rápidamente de una preocupante lesión en la rodilla, anotó 15 de sus 22 tiros y se mostró fiable desde la línea de personal (11 de 18). Además, capturó 12 rebotes y repartió 4 asistencias.

Antetokounmpo fue una apisonadora en la cancha, pero sus compañeros le dejaron muy solo y así resultó imposible someter a unos Suns que están ya a solo dos victorias de lograr su primer título de campeón de la NBA.

Devin Booker fue el brillante líder de los de Phoenix con 31 puntos (12 de 25 en tiros), 5 rebotes y 6 asistencias. Los Suns, espléndidos desde el triple (20 de 40), también contaron con un preciso Chris Paul (23 puntos y 8 asistencias) y un sorprendente Mikal Bridges (27 puntos y 7 rebotes).

La coral respuesta de los locales, que jugaron su primer encuentro sin el recientemente lesionado Dario Saric, contrastó con la fría aportación colectiva de los Bucks, que se hundieron en los triples (9 de 31) y en los que no estuvieron a la altura ni Khris Middleton (11 puntos con 5 de 16 en tiros) ni Jrue Holiday (17 puntos con 7 de 21 en intentos).

Las Finales viajan ahora a Milwaukee, donde el domingo se disputará el tercer encuentro.

Estilos opuestos

A los Bucks les urgía un cambio radical en el segundo partido y salieron a comerse la pista. Los mates de Giannis Antetokounmpo y un hambriento y valiente Jrue Holiday, que fue una de las decepciones del primer encuentro, dieron forma a un prometedor comienzo de los visitantes (9-14 con 6.52 por jugarse).

La defensa de los de Milwaukee hizo aguas en el primer duelo, especialmente en el bloqueo y continuación. Pero esta noche se mostraron mucho más agresivos y desconcertaron en el arranque a unos Suns que además sufrieron 7 puntos consecutivos de P.J. Tucker.

La única respuesta de los de Phoenix fue el lanzamiento de tres, sobre todo explotando las esquinas. Les salió de maravilla, ya que un 8 de 14 en triples en el primer cuarto, con Mikal Bridges y Jae Crowder liderando el bombardeo, disimuló la discreta presentación de los jugadores más importantes de los Suns (Deandre Ayton no anotó en el parcial inicial).

Pero en el segundo cuarto, Chris Paul se las ingenió para acelerar el ritmo del partido, lanzó a Devin Booker y a un fantástico Mikal Bridges (13 puntos al descanso) y obligó a los Bucks a parar el encuentro ante el vendaval que se les venía encima (39-35 con 6.59 en el reloj).

Para entonces, los Suns ya habían dado con su clásica receta del éxito: Paul a los mandos y haciendo daño en la media distancia, y Booker destrozando a los Bucks desde el triple (48-41 a falta de 3.04).

El griego dio un paso al frente, pero echó en falta el acierto de Khris Middleton (2 de 10 en tiros) y de un Holiday que se desinfló (3 de 14).

Un canastón de los Suns tras un excepcional movimiento de balón echó el cierre a una primera mitad (56-45) en la que los Bucks se desangraron en el triple (4 de 16 por 11 de 24 de los Suns).

Furia griega

El entrenador de los Bucks, Mike Budenholzer, señaló en la previa que quería que Antetokounmpo atacara más a Ayton en este segundo partido.

Dicho y hecho, la estrella de los de Milwaukee se echó al equipo a la espalda con furia, trituró a Ayton en la zona, encontró por fin el acierto en el triple y anotó 13 puntos en poco más de cinco minutos tras la reanudación (70-63 a falta de 6.53).

Sin embargo, Booker y Paul, ahora sí mucho más inspirados, se turnaron para mantener la diferencia en torno a la decena de puntos y limitar el daño de un imparable Antetokounmpo, que desesperó a la defensa de los Suns con 20 puntos solo en el tercer cuarto, pero que no recibía nada de ayuda (88-78).

Su monstruosa actuación permitió a Giannis convertirse en el jugador que más puntos ha hecho en un cuarto de las Finales de la NBA desde Michael Jordan en 1993 (22 puntos).

Los Bucks volvieron a la carga en el parcial definitivo y se colocaron a solo cinco puntos. Pero una vez más, Booker se encargó de despedazar sus ilusiones desde el triple, aprovechando el brevísimo paso por el banquillo de Antetokounmpo (98-88 con 7.41 por disputarse).

Aunque parecía demasiado poco y demasiado tarde, Holiday y Middleton capitanearon un último intento a la desesperada (103-97 con 4.32 para el final).

Pero el quinteto bajo de los Bucks, muy efectivo con Antetokounmpo como interior, se dejó robar varios rebotes ofensivos en el tramo final que aprovecharon los Suns para cerrar el triunfo y quedarse a sólo dos victorias de llevarse el anillo.




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