Para que se estudien las repercusiones extendidas de la crisis alimentaria y nutricional que afecta a Venezuela, y por las cuales aproximadamente estarían en desnutrición por lo menos un millón 500 mil personas, es la solicitud para se instale una comisión especial que investigue estos trasfondo, solicitó la organización Ciudadanía en Acción a la Comisión de Desarrollo Social e Integral de la Asamblea Nacional.
Edison Arciniega, secretario ejecutivo de esta organización, dijo que la solicitud obedece a que, según el vocero, la crisis alimentaria que atraviesa la nación suramericana dejará una factura que le tocará saldar por lo menos a tres generaciones. Alertó que la cifra de desnutrición en Venezuela está llegando al 20% de los niños menores de 5 años. “Una proyección que indica 19.41% de niños venezolanos estén padeciendo esta patología”, dijo.
Cada niño afectado por desnutrición aguda en Venezuela es un niño que verá afectada su talla y de dos generaciones de sus descendiente. “Se trata de un ciudadano que cuando crezca va a tener siete veces más de probabilidad de enfermarse lo que supone una carga mayor para el Estado y también de un ciudadano que tendrá entre 20 y 45% de menos de capacidad intelectual lo que los condena a la pobreza”, apuntó.
De acuerdo a las proyecciones que manejan, hay 1.5 millones de venezolanos padeciendo desnutrición aguda. «La crisis necesita un análisis de toda la cadena de insumo producto y todos los elementos de carácter humanitario”.
Es el momento de decirle a Venezuela que la crisis alimentaria es también una crisis energética ante el déficit de 7000 megavatios en todo lo referente a producción, procesamiento, comercialización y almacenamiento de los alimentos.
Para el activista, la crisis alimentaria es también una crisis química porque el país no dispone de insumos químicos básicos: fertilizantes, grasas blancas, colorantes, ni resinas plásticas para poder producir.
Es una situación mucho más complicada que el tema de la disposición de los alimentos, Arciniega agregó que existe una grave crisis de la gestión de importaciones. Denunció que Venezuela ha decidido dejar de importar productor en crudos o materias primas, dando paso a una vorágine importación de productos terminados que no permiten cubrir la demanda y los requerimientos nutricionales de la ciudadanía.
