El 2021 se perfila como un año de retos y de esperanza para la humanidad, tras una pandemia que a muchos nos hizo replantear metas y cambiar paradigmas en todos los sentidos. También se evidenció la imperiosa necesidad de mejorar aspectos primarios como la alimentación y el ejercicio físico para fortalecer el sistema inmunológico, de modo que, podamos resistir con probabilidades de éxito, imponderables de la vida como lo es la Covid-19.
En este sentido y aprovechando que apenas inicia el año, diseñemos una planificación a mediano plazo que nos permita plasmar esos objetivos que conlleven a mejorar en el ámbito personal y profesional.
Planificar tiene que ver con proyectar lo que anhelamos y establecer acciones concretas para alcanzar esos objetivos. No es necesario pretender acabar con las penurias del planeta. Podemos comenzar cambiando nosotros estableciendo una agenda en beneficio de nuestro propio provecho y de la gente que nos rodea.
Si algo nos enseñó la pandemia, es que debemos reforzar redes familiares, vecinales y ser mucho más solidarios. La invitación es entonces a planear lo que visualizamos en el futuro inmediato, ser menos improvisados en aspectos básicos de la vida y querernos un poco más. A fin de cuentas, del autoestima y actitudes positivas frente a la vida, dependen en gran medida la plenitud del hombre en su transitar por el mundo.
Bajo este contexto y considerado que la pandemia llegó para quedarse, se hace necesario que en 2021 hagamos esfuerzos por mantenernos saludables. Así que en la agenda no olvidemos establecer un cronograma para salir a caminar durante unos 30 minutos al día, solos o acompañados, cumpliendo los protocolos de bioseguridad.
Seguramente conseguiremos mejoras considerables, disminuir colesterol, triglicéridos y, por ende, ganar en calidad de vida. Además, si lo hace en pequeños grupos, podrá reforzar esos lazos tan necesarios para interactuar con vecinos y amigos. El área Metropolitana de Valencia ofrece además escenarios naturales ideales para ejercitarse como los cerros Casupo, Tazajal y el Café, estos últimos en el municipio Naguanagua.
Si somos de esas personas que “comen de todo”, debemos iniciar mejoras en ese aspecto. De nada vale caminar si en la noche le esperan pizzas, hamburguesas y perros calientes en casa. La experiencia de la pandemia demostró que aquellos enfermos con sistema inmune fuerte, buena alimentación y buen estado de ánimo, lograron superar con mayor facilidad esta dificultad. Así que elevemos el consumo de verduras, frutas, hortalizas, proteínas, moderación en carbohidratos y controlemos frituras y comida “chatarra”.
También programe -si su presupuesto se lo permite-, ayudar a alguien que lo necesite. La fuerte crisis económica en Venezuela ha hecho que muchos de nuestros propios vecinos y/o conocidos, estén pasando necesidades. Ser solidarios hace la diferencia. Yo, por ejemplo, me propuse contactar a mis familiares y amigos en el exterior, para unir voluntades y ayudar a pagar estudios universitarios a jóvenes que no tienen como iniciar una carrera universitaria en este país. Estoy seguro que la educación salva vidas y contribuye a que este mundo, tan pisoteado por la dirigencia política, sea más humano y virtuoso.
El intelecto también debe trabajarse. Por esta razón, programe para 2021 leer unos seis libros, la cantidad mínima para un buen lector. Dispongamos de espacios que nos permitan disfrutar de una buena lectura. Si después podemos debatirla en círculos de estudios con algunos compañeros, la experiencia seguramente será épica. Eso que llaman pensamiento crítico es alcanzable, pero para ello es necesario el debate reflexivo, el argumento y obviamente: leer.
Igualmente, si está dentro de su bolsillo pagué algún curso de actualización profesional para que no se quede atrás como quien dice. Puede mirar más allá y aprender una nueva lengua. En internet, podemos encontrar opciones gratuitas de cursos de todo tipo, seguramente encontrará algo que le interese. Tampoco olvide este año disfrutar de un buen día de playa, trabajamos bastante y nos lo merecemos. Todos sabemos de las dificultades con el combustible, pero han proliferado empresas de viajes cortos de un día, los denominados “full day” a destinos paradisíacos cercanos a precios bastante razonables.
Por último y si quiere comprometerse aún más con esa Venezuela a la cual urge cambiar, milite con alguna causa desde donde pueda llegar y estimular a otros. Apoye a la Junta de Condominio, a su gremio, a alguna ONG sobre derechos humanos, medio ambiente, diversidad sexual, derechos del niño, mujeres y población vulnerable. Existen grupos de vecinos organizados que buscan solución a problemas comunitarios y en los cuales su voz puede ser escuchada. Semilleros ciudadanos desde donde pueden fortalecerse liderazgos comunitarios. Como vemos, en medio de la desesperanza hay mucho por marcar en la agenda, para mejorar, construir y crecer.
