Se trata de Arezou Badri, madre de dos niños pequeños, tiroteada el 22 de julio cuando conducía en la ciudad de Nour, en la norteña provincia de Mazandaran, al no atender la orden de detenerse de la policía, según un informe reciente de la BBC Persa, que cita a una fuente informada.
Los agentes intentaron parar su coche cuando se dieron cuenta de que había una orden para confiscar el vehículo por no respetar el estricto código de hiyab.
La estricta medida del país islámico sobre el uso del Hiyab
La medida se ha estado aplicando en el país en los últimos meses para forzar el uso del velo islámico.
Mediante un mensaje de texto, las autoridades avisan a los dueños de los automóviles capturados con mujeres sin velo de que su coche quedará confiscado.
Ese ha sido el caso de Badri que, al no detenerse, los agentes primero dispararon contra los neumáticos del vehículo y luego apuntaron a ella y la bala le impactó en la espalda.
Después de unos diez días, los médicos lograron extraer la bala de la cintura de Badri, pero sus pulmones y su médula espinal resultaron gravemente dañados, por lo que no puede caminar.
El "Plan Luz" aplicado en el territorio persa
Desde abril pasado, las autoridades iraníes pusieron en marcha una campaña denominada 'Plan Luz' con el fin de imponer el uso del velo islámico a las mujeres que habían dejado de usarlo tras la muerte de Mahsa Amini en septiembre de 2022, bajo custodia policial, por no llevar bien puesto el hiyab.
La muerte de Amini desató masivas protestas en todo el país que pedían mayores libertades sociales y el fin de la República Islámica y continuaron durante meses.
Finalmente, las fuerzas de seguridad lograron apagar las protestas con una represión que dejó unos 500 muertos.