Luz Mery Veltri Prado y Evert Jiménez Salvatierra son vecinos en la urbanización Pocaterra del municipio Libertador. Se encontraron por casualidad en una toma de agua en el pueblo de Tocuyito. Ambos acuden con regularidad desde hace dos años a abastecerse del servicio gratuito que brindan los bomberos municipales.
La calidad del agua en sus viviendas, según ellos, es cuestionable, además de que solamente llega una vez a la semana desde hace tres años y sin presión, lo que los obliga a buscar otras alternativas, sin embargo, comprarla no es una opción, pues en palabras de Evert Jiménez, es muy cara, y tampoco tiene bolívares en efectivo.
Jiménez calificó como muy buena el agua de la toma de los bomberos municipales.»Con esta pandemia mandan a uno a lavarse, a bañarse, será con tierra que nos vamos a bañar porque aquí el agua llega es un día».
Luz Mery Veltri acude hasta cuatro veces en la semana a la toma de agua, pues vive con su nieto de 6 meses y necesita el agua para todo lo que tiene que ver con él. Ella tampoco se atreve a bañarse con el agua que llega por tuberías, cuando llega, por las infecciones en la iel que ha sufrido. «Siempre me llevo cuatro botellones que me duran dos días».
Nelson Sandoval es comerciante y también acude todos los días a buscar agua para su hogar. Hace un mes, la bomba que surte la zona donde está su negocio de comida se dañó y ahora debe llenar más botellones en la toma de los bomberos.
Para su vivienda utilizaba 2 botellones que le rendían 2 o 3 días. Ahora busca entre 10 y 15 diarios, lo cual le toma al menos media hora y a veces hasta hora y media, todo depende de la cantidad de personas que haya llenando sus propios envases. «Esto es caótico, cada día se pone más difícil, estamos luchando contra la corriente».
