(Foto AFP)

Una veintena de pasajeros permanecen este lunes en el aeropuerto de Schiphol-Amsterdam a la espera de ser devueltos a sus países de origen, en aplicación del decreto del presidente estadounidense, Donald Trump.

«La situación es bastante caótica porque nadie sabe cómo aplicar la norma estadounidense. No sabemos la cifra exacta de las personas retenidas porque están en la zona de tránsito y las compañías no nos ofrecen datos. Los hemos pedido y seguimos esperando» dijo a Efe Joost van Doesburg, miembro de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas Holandés (ALPA).

Van Doesburg confirmó la incertidumbre que hay entre pasajeros y aerolíneas y lamentó que los pilotos no tienen poder de decisión en esta cuestión.

Una azafata de KLM, que pidió el anonimato, señaló a Efe la situación de miedo que hay entre sus colegas porque pueden dañar el negocio si toman una decisión errónea y permiten viajar a alguien que no debe.

Mientras organiza a los pasajeros de un vuelo que sale de Ámsterdam hacia Detroit (Míchigan, EEUU), muestra su esperanza de que no haya pasajerosde ninguno de los siete países (Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán) vetados por Trump para evitar problemas, dice.

La azafata, sin embargo, no pudo confirmar el número exacto de pasajeros afectados por la medida en este aeropuerto, pero indicó que el domingo fue devuelta una mujer a Somalia y varias personas están aún esperando sus vuelos de vuelta a Teherán y Bagdad.

Dos son estudiantes iraníes de doctorado, que se dirigían a la Universidad de Minessota para elaborar su proyecto de investigación y a quienes KLM les prohibió embarcar en su vuelo de conexión desde Ámsterdam.

«Tengo un billete para viajar a Estados Unidos para visitar a mi hermana, pero está claro que no voy a poder ir por la ley emitida por Donald Trump. Tengo la doble nacionalidad, holandesa e iraní. Y quiero que me expliquen qué debo hacer», dijo a Efe Hamid Jalalzadeh.

Jalalzadeh, que lleva meses organizando la visita y el billete le ha costado caro, indicó que ha enviado una carta al primer ministro holandés, Mark Rutte, firmada por casi un centenar de personas expresando su malestar por la situación.

En ese documento, exigen al Gobierno holandés que les defienda como ciudadanos holandeses, que presione a Trump para que levante el veto y que xija a las compañías, como KLM, que permitan viajar a la gente, según añade este joven iraní.

Asegura que algunos de los firmantes son familiares de ciudadanos iraníes, iraquíes o somalíes, con sus hijos o hermanos en EE.UU., pero que no pueden salir del país por miedo a no poder volver.

Según ha podido comprobar Efe, la aerolínea KLM no informa sobre la situación, pero en su página web ofrece cambios de destino a los pasajerosmusulmanes que ya cuenten con billete.

El grupo aeroportuario de Schiphol tiene la franquicia operativa de la terminal 4 del aeropuerto internacional John F. Kennedy, donde este fin de semana se registraron protestas masivas contra el veto a los sietes países musulmanes.

El 25% del negocio de KLM proviene de los vuelos a EEUU. Ante esta situación, varias organizaciones de defensa de los refugiados y de la inmigración han organizado protestas esta semana contra la decisión de Trump.

Se espera que miles de personas acudan a una protesta masiva organizada para el próximo miércoles frente a la embajada estadounidense en La Haya, según los organizadores.

Decenas de personas se concentraron anoche en el aeropuerto de Schiphol para protestar contra la prohibición de Trump, tras la negativa de las aerolíneas a permitir embarcar a varios pasajeros iraníes e iraquíes.

Con carteles que afirman «No hay odio ni miedo, los inmigrantes son bienvenidos», «Derechos humanos para todos» o «Trump, psicópata», los manifestantes estuvieron apoyados por varios políticos y diputados holandeses.

Algunos de los carteles también criticaban al líder holandés de extrema derecha, Geert Wilders, quien aplaudió en las redes sociales la medida tomada por Trump y aseguró que si él fuese primer ministro «también haría lo mismo».




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