Foto: AFP

Después de sufrir para ganar a Egipto (0-1) con un gol agónico de José María Giménez, Uruguay intentará dar paso y medio a los octavos de final con una victoria ante Arabia Saudí en la que Luis Suárez, después de las críticas que recibió en su estreno, quiere redimirse.

El delantero del Barcelona falló hasta cuatro ocasiones claras, entre ellas dos mano a mano ante el portero Mohamed Elshenawy, y después el foco apuntó hacia su figura para resaltar que fue a la cruz de la victoria de Uruguay.

Suárez reconoció que no estuvo a la altura, pero no pudo evitar una catarata de críticas a la que se unió algún nombre ilustre como el del ex futbolista inglés Gary Lineker, que se mofó del jugador charrúa: «Salah (no participó en el partido por lesión) jugó mejor que Luis Suárez», escribió en su cuenta personal de Twitter.

Ahora, la estrella de Uruguay tendrá la oportunidad de hacer callar a sus críticos ejerciendo de verdugo de Arabia Saudí, que en su estreno perdió 5-0 contra Rusia. Parece una víctima propicia para un jugador con hambre de venganza.

Suárez estará acompañado de un grupo compacto en el que volverá a estar presente su columna vertebral. Delante, jugará junto a Edinson Cavani, que también se fue de vacío ante Egipto después de chocar contra un paradón de ElShenawy y con el palo de su meta.

En la portería estará Fernando Muslera, que, con 13 encuentros, puede igualar el récord uruguayo de partidos en un Mundial de Ladislao Mazurkiewicz, mientras que en defensa seguirá la pareja formada por Diego Godín y José María Giménez, autor del cabezazo de la victoria que puso fin a la resistencia de Egipto.

El técnico Óscar Washington Tabárez tendrá que exprimir su cerebro para solucionar las únicas dudas que tiene en su cabeza. El «Maestro» tendrá que decidir si mantiene su línea del centro del campo repleta de jóvenes promesas como Nahitan Nández, Matías Vecino, Rodrigo Bentancur y Giorgian De Arrascaeta, o hace algún cambio para dotar de más electricidad a su medular.

Tabárez baraja la entrada de Cristian «Cebolla» Rodríguez y de Carlos Sánchez, que salieron en la segunda parte ante Egipto para revolucionar el choque después de un primer acto espeso. Los sacrificados, si se decide por esta opción, serían De Arrascaeta y Nández.

Mientras, en Arabia Saudí andan las aguas revueltas tras el varapalo recibido en el partido inaugural en el que cayeron estrepitosamente ante los anfitriones (5-0).

No es tanto el resultado como las sensaciones que dejó el combinado de Juan Antonio Pizzi, que ya se ha ganado la vitola de peor equipo del Mundial, algo que ha irritado y mucho a la federación saudí.

Ésta no ha dudado en responsabilizar del desastre a su técnico por elegir la estrategia equivocada, algo que comparten expertos independientes.

«El entrenador es el responsable técnico de la derrota de su equipo. La posesión no sirvió», expuso el vicepresidente de la Federación saudí, Nawaf al Temyat, que insinuó que el hispano-argentino tiene los días contados en el puesto.

En su opinión, Pizzi no puede intentar jugar con el mismo esquema que con Chile, donde tenía a su cargo jugadores como Arturo Vidal y Alexis Sánchez.

Incluso mencionó la palabra «continuidad», aunque explicó que «por el momento» ese asunto no se abordará en público, aunque viene a la memoria que el brasileño Carlos Alberto Parreira fue despedido de manera fulminante tras perder el segundo partido del Mundial 98 ante el anfitrión y a la postre campeón, Francia.

El paso de varios jugadores internacionales por la liga española no sirvió de nada, ya que apenas dispusieron de minutos para ganar experiencia.

Pero eso ya es pasado. El rival de mañana es claramente más potente que Rusia, especialmente en ataque, por lo que Pizzi podría optar por modificar levemente el libreto y reforzar la defensa o el centro del campo.

La conclusión de que a la selección charrúa no se le puede ganar sólo con posesión es evidente. Si los pupilos de Pizzi no defienden juntos y tienen mordiente en ataque no tienen nada que hacer y quedarán apeados ya al segundo partido.

Como curiosidad, el preparador físico de los «Halcones Verdes», Alejandro Richino, es de origen uruguayo.

— Alineaciones probables:

Uruguay: Muslera; Varela, Godín, Giménez, Vecino; Carlos Sánchez, Bentancur, Vecino, «Cebolla» Rodríguez; Cavani y Luis Suárez.

Entrenador: Óscar Washington Tabárez.

Arabia Saudí: Al-Mamuaiouf; Al Shahrani, Hawsawi, Othman, Alburayk; Al-Sehri, Otayf, Al-Faraj, Al-Jassim, Al Dawsari; y Al Sahlaw.

Entrenador: Juan Antonio Pizzi

Árbitro: Clément Turpin (Francia).

Estadio: Rostov Arena




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