La desidia es evidente en las calles de Valencia. Huecos por doquier, maleza que consume las principales avenidas de la ciudad y montones de basura en el que algunos, aprovechan para buscar algo que comer.
La realidad de la que anteriormente se conocía como la capital industrial de Venezuela es cada vez más precaria, así lo reflejan en sus rostros los habitantes de la urbe. Yaritza Suárez reside en las cercanías de la avenida Enrique Tejera desde hace más de 20 años, asegura que la problemática de los residuos sólidos afecta en su mayoría a niños y ancianos debido al fuerte olor que emanan.
Las enfermedades respiratorias son las principales afecciones que presentan los lugareños, indicó Suárez. «Mis hijos sufren de congestión nasal y dolores de cabeza a cada momento por esto que a nadie parece importarle», expresó con molestia.
A las autoridades competentes les pide que resuelvan los problemas que aquejan a la comunidad y cumplan con el mandato que el pueblo les dio. Se dirigió específicamente al alcalde de Valencia, Miguel Cocchiola quien durante su campaña electoral del 2013, prometió convertir a la jurisdicción en una modelo como lo fue bajo la administración de Francisco «Paco» Cabrera.
VIALIDAD EN COLAPSO
El puente que conecta a las localidades de Bella Florida y El Socorro está a punto de colapsar, a la altura del barrio Milagro de Dios. De caerse, ambas quedarían incomunicadas y afectaría la circulación de los habitantes de las dos comunidades.