Diversas organizaciones de defensa de inmigrantes en Chile expresaron hoy su profunda preocupación respecto del proyecto para modernizar la ley de Migraciones, presentado este lunes por el presidente Sebastián Piñera.
En una actividad realizada en el Paseo Bulnes, a solo pasos de la sede del Gobierno, decenas de activistas de agrupaciones como el Servicio Jesuita a Migrantes y Chile Abraza, una ONG que representa a haitianos, criticaron el contenido, la forma y los tiempos con se que se abordará la nueva normativa migratoria.
Piñera ingresó el lunes al Parlamento un documento que incluye la regularización de inmigrantes, el requisito de visado de turismo para ciudadanos haitianos y un permiso especial, llamado visa de responsabilidad democrática, para los inmigrantes venezolanos.
El proyecto de ley está formado por indicaciones a otra iniciativa divulgada por Piñera en 2013 durante su primer mandato, e incorpora además muchos elementos de la propuesta que presentó el año pasado la expresidenta Michelle Bachelet, dijo el jefe de Estado.
En esta línea, los manifestantes expusieron hoy siete puntos clave en rechazo a la mirada utilitarista y economicista que manifiesta el Estado respecto de la migración, la que más bien debiera entenderse como una cuestión de derechos humanos, señalaron.
Consideraron arbitrario que el acceso a la seguridad social y beneficios fiscales solo puedan ejercerse luego de dos años de residencia en el país, como plantea el texto ingresado al Congreso, y además se opusieron a las expulsiones expedita» sin cumplirse un debido proceso judicial.
Asimismo criticaron la eliminación de la visa temporal por motivos laborales, ya que cerca del 70 % de las solicitudes de visa son bajo este formato, y la imposición de visas consulares que «solo genera un flujo más inseguro y nuevas vías de ingreso irregular».
Las organizaciones que protestaron además se mostraron inquietas por el claro sesgo existente frente a las personas provenientes de Haití, para quienes se exigirá a partir del 16 de abril una visa de turismo entregada por el consulado chileno en ese país, que les permitirá permanecer solo por 30 días en el territorio.
La llegada de haitianos a Chile pasó de mil 649 en 2014 a 73 mil 098 en 2017, lo que la convierte en la comunidad que más ha crecido en ese periodo y la sexta nacionalidad con mayor presencia en el país.
Sin embargo, los manifestantes denunciaron que su flujo de entrada a Chile es inferior al de los ciudadanos venezolanos, por lo que consideraron discriminatoria la obligatoriedad de una visa solo para ellos.
Pese a las críticas, los dirigentes valoraron la creación de un Servicio Nacional de Migración, la regularización extraordinaria de inmigrantes que se realizará en los meses siguientes y el acceso a salud, educación y derechos laborales propuesto por el Gobierno, sin importar la situación migratoria.
«Las organizaciones seguiremos trabajando por una migración con enfoque de derechos y estamos abiertos a dialogar para generar una mejor política», declararon a la prensa, haciendo hincapié en el enfoque de derechos humanos que debe tener la legislación.
Añadieron que uno de los grandes errores de los proyectos presentados en Gobiernos anteriores fue no generar un proceso participativo previo con las organizaciones de la sociedad civil y Gobiernos locales.
Piñera recordó ayer en el Palacio de La Moneda (sede de Gobierno) que la normativa vigente, que data de 1975, es absolutamente incapaz de dar respuesta a los desafíos actuales, con cerca de un millón de extranjeros, que representan el 5,5 % de la población, según cifras oficiales.
El actual gobernante, que asumió la Presidencia el 11 de marzo pasado, fue criticado durante su campaña electoral por ligar la delincuencia con la masiva llegada de inmigrantes al país, pero luego se retractó de sus declaraciones.
