Desde hace más de tres meses, vecinos del sector F del Parque Residencial Flor Amarillo tienen que convivir con un bote de aguas negras casi en las puertas de sus casas. Todo comenzó luego de que hicieran unas perforaciones con la intención de reparar, pero no fue así.
Un vecino del sector contó a El Carabobeño que, supuestamente, personal de la Alcaldía de Valencia se acercó al sitio para hacer unos trabajos y abrieron unos huecos, pero no terminaron. Desde entonces, la situación con el desbordamiento de aguas negras se ha vuelto aún más grave.
Según lo informado a los habitantes de la zona, la máquina dispuesta para hacer las reparaciones estaba dañada; sin embargo, los vecinos aseguran haberla visto en otros sectores mientras trabajaban con ella.
«El olor es insoportable, al igual que los mosquitos que genera debido a que el agua se queda empozada. Ya los niños ni siquiera pueden jugar porque tenemos miedo de que se enfermen o se caigan en el agua», agregó el vecino.
“Por esa razón, piden a las autoridades de la alcaldía que culminen las reparaciones y eliminen el bote de aguas negras, pues resulta una contaminación para toda la comunidad”, agregó el vecino.