Edith Medina no pudo ocultar su angustia. Ella, con sus 74 años a cuesta, explicaba una y otra vez que no tenía el dinero para pagar por la instalación del gas directo en su apartamento de La Isabelica, y la preocupación la hacía llorar al imaginar sus días sin tener la posibilidad de cocinar.
Es viuda, su hijo falleció y vive sola. Con la voz y el cuerpo tembloroso insistía en que necesitaba ayuda a las puertas de la alcaldía de Valencia, donde acudió un grupo de vecinos de la urbanización de la parroquia Rafael Urdaneta, para exigir reunirse con el mandatario municipal, Julio Fuenmayor, y explicarles su situación.
La solicitud hecha por la empresa encargada de las labores es clara. Deben pagar 120 dólares por vivienda, el 30 % de ese monto, que es igual a 36 dólares, tiene que ser cancelado antes del 31 de marzo y, el resto, en cuotas quincenales de 20 dólares.
Pero todo es confuso. Humberto Veda vive en el bloque 11 de La Isabelica. Ahí están pidiendo 250 dólares por vivienda. “Son cinco edificios de 48 apartamentos cada uno, eso da 60 mil dólares que no tenemos… Además, Pdvsa proporcionó todos los materiales para la instalación del gas directo y prácticamente a nosotros se nos cobró esa tubería”.
Los datos de la ONG Primero Rafael Urdaneta indican que más de 70 % de los habitantes de La Isabelica son jubilados y pensionados que cobran siete bolívares al mes, por lo que no pueden costear el servicio que comenzó en 2007 de manera gratuita y que “no entendemos por qué ahora hay que pagarlo”.
Amenazas y angustia
También es precisa una acotación que es la que más les preocupa: “Una vez tengamos gas directo se terminan los operativos de bombonas”, se lee en uno de los mensajes enviados por los jefes de la comunidad.
Esto es calificado por Gustavo Vázquez, vecino de La Isabelica, como una gran amenaza. “Es un exabrupto total y amenazan a la gente diciendo que, si no pagan, deben renunciar al derecho al gas”.
Ellos se sienten de manos atadas. “Estamos asustados porque venderemos neveras, cocinas, lavadoras para satisfacer las necesidades de ellos”, expresó Veda.
La suma en total que se ha promediado por apartamento es de 400 dólares, al incluir una lista de materiales que tienen que comprar y que Edith Medina tiene en su carpeta para explicar que tampoco puedo pagar por eso.
Ella entregó en diciembre una carta en la alcaldía exponiendo su realidad. Pero no ha tenido ninguna respuesta.
La propuesta
Los vecinos de La Isabelica llegaron a la sede del ayuntamiento molestos, pero con una propuesta bien definida. Ellos aseguran que ya habían ido en tres oportunidades y nunca les han dado soluciones.
Vázquez detalló que el planteamiento que es que la alcaldía, con la atribución legal que tiene, disponga de un tributo especial a los comerciantes de La Isabelica para que ese dinero recaudado pueda servir para los gastos que se están ocasionando en el proceso de instalación del gas directo.
“No estamos recargando ni un centavo al presupuesto de la alcaldía, queremos es su participación para que establezca ese tributo especial por la situación económica que padecemos todos”.
Tras gritar consignas como “queremos hablar con Fuenmayor” y hacer una toma simbólica de la alcaldía, una comisión de cinco vecinos fue recibida por Antonio Rosario, comisionado del despacho del alcalde.
También estuvieron presentes representantes de la dirección de Servicios Públicos, Hacienda y del Concejo Municipal.
“El problema es por el gas directo con una empresa privada que nada tiene que ver con la alcaldía, pero no nos desligamos… El lineamiento del alcalde Fuenmayor es atender a todos los residentes de la ciudad y eso estamos haciendo”, dijo Rosario.
Luego de exponer toda la situación fue levantada un acta en la que se estableció una nueva reunión, el viernes 11 de marzo a las 10:00 a.m., en la que estarán presentes representantes de PDVSA Gas.
“La empresa les cobra a los vecinos de La Isabelica una suma en dólares que ellos dicen que es muy alta, y la mayoría no sabe cómo hacer… Están pidiendo poyo a la alcaldía y estamos a la disposición de ayudar en lo que sea posible”.
