El Gobierno venezolano condenó hoy el tiroteo ocurrido ayer domingo en una iglesia de una pequeña localidad de Texas (EE.UU.) que acabó con la vida de 26 personas y expresó su solidaridad a las víctimas de estos hechos.
"Venezuela expresa al pueblo y Gobierno de Estados Unidos de América sus más sinceras condolencias tras el lamentable ataque perpetrado dentro de una iglesia ubicada a las afueras de la ciudad de San Antonio, en el estado de Texas", dice un comunicado de la Cancillería.
El Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano también manifestó que condena "enérgicamente este y cualquier otro hecho de violencia cuyo propósito sea el de causar terror en la población".
El Gobierno de Nicolás Maduro espera que los responsables de estos hechos sean llevados ante la Justicia y que los heridos y familiares de quienes perdieron sus vidas logren sobreponerse pronto.
El tiroteo en Texas ocurrió cuando un hombre, identificado por los medios de comunicación como Devin Kelley, disparó con un rifle de asalto semiautomático contra los feligreses que asistían a un servicio religioso.
El atacante fue posteriormente abatido tras una breve persecución.