Omar Fermín no puede dormir con sus dos hijos. La familia ha sido separada por la negligencia gubernamental. Su esposa tiene que pasar la noche en otra casa con los niños. Desde hace tres semanas en Parque Florida no hay agua por tuberías. “Esto es un calvario, ya no sabemos qué hacer, a quién escribir o llamar”.

El vecino se acerca hasta el grifo de su cocina. Quiere demostrar, con hechos, lo que ya comprobó la angustia en su tono de voz. Gira la manilla y se escucha un eco con pequeños resoplidos. Le rodean cinco pipotes entre la nevera y el mesón. Con eso vive tres días. Luego en su conjunto residencial se tiene que reunir hasta dos mil bolívares por apartamento para pagar un camión cisterna.

Un papel en la entrada de los edificios lo explica claro: “No hay agua”. Para las familias de Los Caobos, Parque Florida, Llano Verde, Sagrada Familia, San José y Ciudad Anhelada se vislumbran navidades secas por la falta de suministro, responsabilidad de la Compañía Anónima Hidrológica del Centro (Hidrocentro). Pero no hay explicación, sino asombro. “Cuando vamos a la planta (estación de bombeo) a pedir explicaciones el ingeniero de turno nos dice que le sorprende que no tengamos agua porque según él ya abrió la válvula”.

Fermín se refiere a la planta potabilizadora Alejo Zuloaga. Esa instalación es la encargada de suministrar a cinco municipios del área metropolitana de Carabobo (Valencia, Naguanagua, Libertador, parte de San Diego y parte de Los Guayos). Allí también funciona la red de bombeo media del Sistema Regional del Centro, que surte a los estados Aragua y Carabobo. Para los vecinos es inaudito cómo viviendo tan cerca de la productora de agua sus grifos están vacíos.

El modesto Spark azul de Fermín no aguanta el peso de los pipotes llenos. Por eso paga hasta dos mil bolívares a un familiar que tiene una camioneta pick up cada vez que va a casa de su suegra, en Naguanagua, para llenar los pipotes de la cocina, hasta tres veces por semana. La crisis hídrica lo tiene desfalcado en vísperas de la Navidad. “También he gastado un dineral en gel anti chiripas. Aquí nunca habíamos sufrido con eso, pero claro: tres semanas con las tuberías vacías, se han convertido en un ducto para roedores y plagas. Ahora tengo que decidir entre comprar comida o esto”, dice señalando el gel en tubo.

Para algunos la jornada empieza a las 4:00 a.m. Los vecinos amanecen en las inmediaciones de un viejo pozo en la comunidad. Allí hay una tubería donde pueden llenar los bidones de agua. “Allí no hay discriminación de ningún tipo entre sexo y edad. Puedes ver a niños y ancianos, cada quien cargando su pipote para poder bañarse”. A las 9:00 p.m., quienes deberían estar durmiendo, preparándose para ir a la escuela al día siguiente, caminan por la calle cargando tobos.

—¿Cómo ves tú estas navidades que vienen?

—Secas.  Ausentes, Si no tengo agua aquí, ¿de qué me sirve? tengo que ir a pasar navidades donde un familiar que tenga agua. Creo que ni mi mamá, que vive al frente de la planta potabilizadora, va a poder pasar las navidades en su casa.

RACIONAMIENTO CON LLUVIAS

Parece que no importa. Es una calamidad. Hay carabobeños que pasarán navidades sin agua por incompetencia e irresponsabilidad de Hidrocentro, denunció Carlos Lozano, diputado de la Asamblea Nacional por Carabobo. “Por si fuera poco a todo lo que estamos viviendo actualmente en el país, muchos también deben lidiar con esta sequía que los obliga a pagar altas sumas de dinero para alquilar un camión cisterna”.

Más de 150 sectores de los municipios Valencia, Guacara y Carlos Arvelo se quedarán sin agua. Lozano denunció que las tuberías han sido obstruidas y el suministro paralizado desde la planta Alejo Zuloaga Hay comunidades que no reciben agua desde hace tres años, agregó.

Desde mediados de 2014 Hidrocentro publicó el Plan Especial de Abastecimiento de Agua Potable. El cronograma de racionamiento —que se justificó por una sequía— se ha mantenido sin explicación, pese a que ya inició el período de lluvias. Es algo que ni Fermín, ni sus vecinos entienden. Los ingenieros consultados para este reportaje coinciden en que la escasez de agua en Carabobo no se debe al nivel de los embalses (que están llenos) sino a que la planta potabilizadora no tiene capacidad  de procesar las aguas de cloaca sin tratamiento que recibe el cuerpo de agua.

Hidrocentro abastece a los estados Aragua, Carabobo y Cojedes. La población de esos estados es de cuatro millones 643 mil 442 personas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero en su memoria y cuenta del año pasado, entregada a la Asamblea Nacional, la estatal reconoció que la meta de prestación de servicio de agua potable y recolección de aguas servidas se cumplió en 87%, lo que dejó a 598 mil personas por fuera del plan de cobertura.




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