El volcán Agung, en la turística isla de Bali, ha expulsado hoy lava y una columna de ceniza que alcanzó los 2,5 kilómetros de altura acompañados de un terremoto de dos minutos de duración, informaron fuentes oficiales.
El puesto de observación del Agung indicó en un comunicado que la erupción tuvo lugar a primera hora de la noche y que la nube de ceniza se dirige hacia el este, aunque por el momento la alerta de aviación permanece en naranja, un nivel inferior a la máxima -rojo-.
Se trata de la tercera erupción en lo que va de año tras dos episodios de menor intensidad, aunque el ministerio de Energía y Recursos Minerales redujo el 4 de enero la zona de peligro en torno al volcán de 10 a 6 kilómetros.
La decisión permitió el regreso a sus hogares de cerca de 30.000 evacuados, aunque todavía permanecen más de 47.000 en centros de acogida en varios puntos de la isla, según los últimos datos oficiales.
El Agung tuvo una fase de erupción magmática en noviembre que obligó a cerrar el aeropuerto internacional Ngurah Rai, a casi 60 kilómetros al sur del volcán, entre el 27 y el 29 de noviembre por la nube de ceniza volcánica.
La medida afectó a más de 100.000 pasajeros y miles de turistas que se encontraron en la isla sin avión de partida durante esos días.
El volcán se levanta en el este de Bali, lejos de la mayoría de las atracciones turísticas, que permanecen seguras.
No obstante, la actividad de volcán ha causado pérdidas por valor de unos 820 millones de dólares (681 millones de euros) desde septiembre, según la Agencia Nacional de Gestión de Desastres.
Más de cinco millones de turistas extranjeros visitaron Bali en 2017 por vía aérea, según la operadora área del aeropuerto.
La última erupción importante de Agung ocurrió en 1963, duró un año y mató a más de 1.000 personas.
El archipiélago indonesio se asienta en el denominado «Anillo de Fuego» del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por miles de temblores al año, la mayoría de escasa magnitud. EFE
