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Cuando Yorvit Torrealba salió por primera vez de la oscuridad del dugout de Leones del Caracas, su semblante era distinto a lo acostumbrado. Su rostro era de seriedad, aunque no mostraba molestia. Era un estado antónimo a la personalidad bulliciosa que siempre lució como pelotero y coach de primera base. Pero aquellos dos roles son parte del pasado. A partir de este jueves, el ex receptor comenzó su era como manager de los melenudos.
Luego del despido de Alfredo Pedrique, el miércoles, la gerencia capitalina le otorgó la responsabilidad de dirigir a Torrealba, pues también fue cesanteado Edgar Alfonzo, coach de banco del equipo.
“Me sorprendió bastante. Ahora tengo una responsabilidad: ganar. Obviamente, todos saben dónde estamos en la tabla. Recibí esta oportunidad y estoy dispuesto de asumir el reto”, dijo el otrora careta, antes del octavo juego de la temporada entre los Eternos Rivales, el que marcará por siempre su debut como estratega. “Cuando comenzaron los rumores llamé a Pedrique. Le di mi punto de vista y él me dio el suyo. Le agradezco porque él me aceptó en su staff. Pedrique es un señor, un caballero”.
Los problemas entre los peloteros y el cesanteado manager fueron públicos el miércoles. De acuerdo con el propio Pedrique, parte del roster de los jugadores se molestaron debido a unas declaraciones dadas en un programa radial. Ahora, Torrealba tiene la tarea de apaciguar las aguas en el clubhouse y encaminar a los avileños a una racha positiva.
“Conversé con los peloteros hace una hora. Para mí va a ser sencillo. Les pedí que me den el mil por ciento en el terreno, que trabajen duro. Todos tenemos una responsabilidad con la organización y los fanáticos. Hay que cambiar la actitud de estar en el último puesto”, señaló Torrealba, quien se retiró tras la campaña pasada y esperaba ser manager en tres años. “Hay que seguir trabajando y, de ser necesario, llamarlos individualmente para halarles las orejas”.
Pero las impresiones de ser un manager no son todo en el primer día en el puesto. Ya comenzaron las decisiones de Torrealba y, como un antiguo careta, están inoculadas en el cuerpo de lanzadores.
“La rotación queda igual. En el relevo todo depende de la situación del juego, pero cuento como preparados en el octavo inning a Jesús Pirela y con Juan Carlos Gutiérrez para cerrar los partidos”, informó. “Pero no creo que cambie muchas cosas en el terreno, ya todos sabemos la clase de peloteros que tenemos aquí. Lo que sí trataré es de darle confianza a los muchachos para que estén más relajados, a lo mejor ser un poquito más agresivo en las bases”.
Los leoninos amanecieron este jueves a un juego y medio del sexto lugar, ocupado por el Magallanes, esa es una corta distancia, si se toma en cuenta que al equipo todavía le quedaban 13 encuentros por disputar.
“Lo que tenemos que hacer es jugar unidos. El pasado es pasado y hay que jugar como familia que es lo que somos”, opinó el estratega. “Lo que sé que le puedo aportar a Leones es mi entusiasmo. Toda mi carrera fui conocido como un hombre entusiasta, que estaba siempre alegre y eso quiero trasmitirle a los muchachos”.